La XXIII Edición de la Milla Urbana de la Ciudad de Ceuta
que se celebró ayer en los Terrenos ganados al mar, tuvo una
escasa participación en relación al número de inscritos que
había. Y es que, según fuentes del Instituto Ceutí de
Deportes, el ICD, un total de 732 personas de todas las
edades se habían apuntado para la carrera.
Sin embargo, sólo fueron 374 las que se personaron para
tomar la salida. La responsable del ICD, Ángela Bobillo,
aseguró que quizás se debió al “problema del tiempo”. La
mayoría de los niños no acudieron a la prueba a causa de las
posibles inclemencias de la meteorología: “Estamos seguros
de que si no hubiese hecho tan mal tiempo, aunque eso sí, la
lluvia nos ha respetado, habrían participado unas 300
personas más”, continúa Bobillo. Por otra parte, algunas de
las categorías corrieron a la vez por la poca cantidad de
participantes, “sobre todoen la categoría de las mujeres”.
Las categorías benjamín y alevín corrieron la ‘mini milla’,
es decir, unos 400 metros aproximadamente. La categoría
infantil hizo lo propio con la ‘media milla’ y realizó un
recorrido de 800 metros de forma aproximada. Y ya las
categorías cadete, juvenil, junior, senior y veterano, en
ambas modalidades (masculina y femenina), disputaron la
‘milla oficial’, con un total de 1.609,5 metros. En
definitiva, fueron unas pruebas limpias y sin incidencias
destacables: “Sólo las típicas caídas de los niños, pero no
pasó a mayores. El año que viene lo cogeremos todos con más
ganas”, concluye Bobillo. El premio y el homenaje de este
año 2010 ha sido para Ana María Ferrero Gallego, que corrió
en la categoría A-B femenina y se proclamó vencedora de la
prueba.
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