La Cámara de Comercio, Industria y Navegación se suma a la
lucha contra el anisakis de la consejería de Sanidad y, por
ello, reparte entre los empresarios y las familias ceutíes
manuales para evitar la aparición y proliferación de este
parásito del pescado que puede hacer daño a una de las
industrias básicas de la ciudad. En estos manuales se dan
consejos para tratar los alimentos más susceptibles de
contaminarse.
En una cultura como la ceutí, que vive orientada al mar en
todos los aspectos, el pescado es un alimento básico que
deleita en las casas y en los restaurantes y que también
crea empresas y puestos de trabajo de todo tipo.
Por ello, la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de
la ciudad colabora activamente con la consejería de Sanidad
promocionando su campaña de lucha contra el anisakis en
todas las empresas y comercios ceutíes dedicados al mundo
del pescado.
El anisakis es un parásito que puede encontrarse en
alimentos de este tipo que no han sido bien cocinados y que
provoca alteraciones digestivas y reacciones alérgicas que
pueden ser graves para sus consumidores.
Por ello, la institución cameral ha repartido los pequeños
manuales que Sanidad ha elaborado con consejos para prevenir
la acción de este parásito. Entre los más importantes se
encuentran comprar pescado limpio y destripado o destriparlo
nada más adquirirlo, preparar el pescado llegando a los 60ºC
de temperatura en toda la pieza o, en caso de que se coma
crudo o prácticamente crudo, precongelar el alimento a una
temperatura de menos de 20ºC durante por lo menos 24 horas.
Aunque ciertos alimentos como mejillones, almejas,
semiconservas -como las de anchoas-, pescados de aguas
continentales y de piscifactorías de agua dulce o pescados
desecados salados no causan la enfermedad aunque se consuman
crudos sin congelar previamente, existen otros que deben
pasar estrictamente por este proceso como los pescados en
escabeche, especialidades japonesas como el sushi, el
pescado marinado, las huevas crudas, los pescados crudos en
salmuera e incluso pescados ahumados de especies como la
propia caballa, el pez símbolo de la ciudad.
“Repartiendo esta guía tratamos de que las familias y los
comercios extremen la precaución ante un parásito que puede
afectar a una de nuestras industrias básicas”, señala María
del Rosario Espinosa, secretaria de la Cámara.
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