La Consejería de Sanidad y la Asociación Española Contra el
Cáncer (AECC) han renovado el convenio de colaboración ya
existente para la atención de los pacientes en cuidados
paliativos, por un importe de 142.000 euros. Esta cifra que
no ha variado con respecto al ejercicio anterior, sirvió
para atender a 90 usuarios ceutíes tanto en el hospital como
a domicilio, con un equipo integrado por una psicóloga, un
médico y un Diplomado Universitario en Enfermería (DUE).
Un año más, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y
la Consejería de Sanidad y Consumo vuelven sumar esfuerzos
para mejorar la calidad de vida de las personas que padecen
cáncer.
Por ello, la representante del área en la Ciudad, Adela
Nieto, y la presidenta de la entidad social, Minu Sunderdas,
han renovado el convenio de colaboración por el que se
destinarán para este 2010, un montante de 142.000 euros para
la puesta en marcha de los cuidados paliativos. Cifra con la
que el pasado ejercicio fueron atendidas 90 usuarios ceutíes
gracias al equipo conformado por una psicóloga, un médico y
un DUE, que desarrollan sus funciones tanto a domicilio como
el hospital del INGESA.
Cada uno de los componentes del equipo ayuda al enfermo y a
su familia en aquellos aspectos que necesita, desde
alteraciones físicas, hasta emocionales, trabajando todos
juntos con el objetivo común de procurar el mayor bienestar
posible al enfermo y mejorar la calidad de vida de la
familia y del enfermo.
Los cuidados paliativos son la atención específica, activa e
integral que deben recibir los pacientes con una enfermedad
avanzada, progresiva e incurable y sus familias, atendiendo
a todas sus necesidades ya que el cáncer, en esta etapa, se
acompaña de múltiples síntomas que pueden ser cambiantes,
intensos y debidos a diversas causas que pueden provocar un
malestar importante en el enfermo y su entorno.
Cuando se cuida al enfermo se trata el dolor y otros
síntomas que alteran su calidad de vida y la de su familia.
Se facilita el apoyo emocional, se promueve el bienestar y
se mejora la calidad de vida.
“Con este servicio se pretende disminuir el sufrimiento del
enfermo y su familia, mejorar la calidad de vida de ambas
partes, fomentar la autonomía del que sufre el cáncer y
potenciar la participación activa de la familia haciéndola
sentir útil y dándole recursos para hacer frente y controlar
situaciones difíciles que pueden presentarse”, explicó
Sunderdas.
Pese a que este equipo de voluntarios que trabajan con la
AECC también atienden en el hospital a varios pacientes,
desde la misma entidad lamentaron que este servicio no fuera
una competencia del INGESA con el fin de atender a todo tipo
de pacientes que, por desgracia, se encuentran en fase
terminal.
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