Es en lo que se ha convertido el
trayecto existente entre la Plaza de África y la Plaza de
los Reyes, bajo las enseñas de CCOO y no sé si con la
dirección del secretario general de ese sindicato de clase.
Es cierto que la Constitución recoge este derecho a
manifestarse y como tal es legal esa manifestación o esas
manifestaciones, que con demasiada frecuencia se vienen
dando los últimos días, por la Gran Vía, Plaza de la
Constitución, Paseo del Revellín y hasta la Plaza de los
Reyes, o a la inversa.
Por otra parte, al menos hasta ahora, esas marchas han
discurrido con toda tranquilidad y un orden total, por lo
que, en ese sentido, no creo que haya que reprochar nada,
salvo las “posibles” molestias al personal que circula por
esas calles o a ciertos establecimientos que hay en el
recorrido y que durante ese rato verán, no es extraño,
mermadas las visitas de posibles clientes a dichos
establecimientos.
Recuerdo que hace más de veinte años, cuando por cualquier
cosa, tractoristas, ganaderos, vendedores de melocotones ...
y demás, estando en el Gobierno Felipe González, se
encariñaron con manifestarse en Madrid y cada semana había,
cuando no tres, cinco manifestaciones, entorpeciendo un poco
más la ya, de por sí, incómoda circulación por la Capital
del Reino.
Aquí en Ceuta, que ni es Madrid, ni maldita la falta hace
que se le parezca, y con las enseñas de un solo sindicato,
CCOO, llevamos ya varios días con esta serie de recorridos
que, hasta ahora, parece que poco éxito han tenido en sus
reclamaciones, posiblemente, porque uno de los lugares
escogidos, para el principio o el final de la manifestación,
el Ayuntamiento, no tiene competencias en cuestión de
trabajo y muy poco, o nada, puede solucionar, a todos estos
ciudadanos que, legítimamente, buscan un puesto de trabajo,
con el que llevar el sustento a su casa.
La parada, salida o llegada ante el Ayuntamiento podría ser
el punto de mira del secretario general de CCOO que, tiene
tantos deseos de volverse a sentar en uno de los escaños del
salón de plenos, que haría lo posible y lo imposible, por
entrar aunque fuera por la “puerta de servicio” o incluso
“por la gatera”.
Con todo, y que no le quepa la menor duda a nadie, de todos
los que, con bandera o sin ella, de CCOO, van a esas
manifestaciones, muy pocos, afortunadamente, serán los que
en las elecciones del próximo año den su voto a Aróstegui,
con lo que se tendrá que seguir contentando con sacar a la
calle a aquellos que pensando que así es mejor, buscan donde
trabajar.
Y yo creo que lo primero que tendrían que hacer, desde los
sindicatos, desde este de CCOO especialmente, es mostrarles
la verdad, la auténtica realidad y las posibilidades reales
que hay de lograr lo que están buscando.
Eso sería lo digno y lo decente, porque lo otro, sacar a la
calle a la gente, en la mayor parte de las ocasiones lo
único que logra es hacer mucho ruido donde hay muy pocas
nueces.
No sé el tiempo que durará esto, no sé si se va a sumar a
este movimiento algún otro sindicato, pero lo que sí sé es
que sacar a tantas personas a la calle es una simple
justificación por tanto liberado que hay en estos momentos
en parte de los sindicatos.
Si en alguna manifestación del primero de mayo,
curiosamente, siguiendo el mismo trayecto que las de estos
días, yo dije que habían ido “cincuenta y los liberados”,
aquí debo decir que fueron y van muchas personas, pero no sé
si, realmente, saben quien va a salir ganando en esto.
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