El juez del Penal número 2 dejó visto para sentencia un caso
de presuntos malos tratos por el que el fiscal y el
representante de la acusación particular solicitaron once
meses de cárcel, alejamiento y prohibición de tenencia de
armas para el acusado. Por su parte, la letrada de la
defensa reclamó la libre absolución de su cliente tras
escuchar las declaraciones de la denunciante, que reconoció
que los hechos pudieron ser accidentales.
Estos se remontan al pasado 25 de enero, sobre las cinco y
media de la tarde, cuando la pareja discutió en su
domicilio, en el que actualmente vive la denunciante con su
hijo, fruto de su relación con el acusado. Según este, nunca
agredió a su ex pareja y “sólo quería conseguir la tarjeta
de residencia de mi hijo. Entonces, al verla sofocado me
salí de la sala para fumarme un cigarrillo”. Por su parte,
la supuesta víctima reconoció haber agarrado al imputado
para no dejarlo marchas hasta que le diese la documentación
de su hijo para poder llevarlo a Marruecos. Aunque añadió
que “al soltarse del brazo, pudo ser un accidente el que me
diese en la cara ya que nunca me ha agredido cuando hemos
estado juntos”.
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