Los apedreamientos en la barriada del Príncipe Alfonso a
varios coches de la Cuerpo Nacional de Policía han provocado
las reacciones de los presidentes de las asociaciones de
vecinos del Príncipe Alfonso y del Príncipe Felipe, que
están viendo cómo estos conflictos provocan cortes en los
servicios urbanos perjudicando así a los vecinos de la zona.
También el presidente de la FPAV, José Ramos, realiza un
llamamiento para “descubrir a estos impresentables y
llevarlos ante la justicia”.
Los apedreamientos en la barriada del Príncipe Alfonso a
varios coches de la Policía Local han puesto en jaque de
nuevo a los cuerpos de seguridad del Estado. Y es que, según
una nota de prensa remitida por la Jefatura Superior del
Cuerpo Nacional de Policía, varios vehículos policiales
resultaron dañados como consecuencia de las pedradas
recibidas en cristales y chapas.
La colaboración de las asociaciones de vecinos de las
barriadas del Príncipe Alfonso y Príncipe Felipe es vital en
este caso. Para el máximo representante del movimiento
vecinal del Príncipe Felipe, Said Mohamed Laarbi, “es un
problema que tenemos en muchas ocasiones. Sin embargo, no es
un problema directo de nuestra barriada, sino de lo que
ocurre en el Príncipe Alfonso”. Según el presidente de la
asociación vecinal, el problema principal radica en que “ya
no solamente es el autobús lo que se interrumpe, sino que
afecta a los servicios de ambulancias y de bomberos”.
Además, “nuestra barriada se convierte en la zona de
concentración donde se producen los enfrentamientos y por
ello nos afecta”, continúa Said. Incluso “hay vecinos que
les han dañado el coche y por supuesto, hay niños que corren
peligro por si les llega alguna piedra. Hemos recibido
varias quejas de los vecinos al respecto”. Para solucionar
el la petición es clara en este aspecto: “Aunque no tengamos
autoridad en el tema, lo que pedimos es que se ponga más
vigilancia para que estas cosas no vuelvan a producirse. Es
decir, pedimos que se ponga remedio para que no vuelva a
ocurrir esto y para erradicarlo. Incluso queman coches
robados en la barriada, además de contenedores.
También hace poco tiempo, con el derribo de las ‘caracolas’,
se le prendió fuego a una casa y eran niños pequeños, según
me comentaron los vecinos. Creo que lo que falta en
definitiva es un poco de autoridad e intentar sobre todo
localizar a esos individuos que se dedican a eso como si
fuera una costumbre”, concluye el Said.
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