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El candidato opositor al reelegido José Ramos, el ínclito
manzanero Francisco García Segado, no quiso responder a EL
PUEBLO cuando se le quiso recabar su valoración tras el
proceso electoral de ayer.
García Segado ha encontrado hueco sistemático en las páginas
de este periódico para expresar sus permanentes crícticas a
la gestión de quien, mandato tras mandato, es repuesto cada
dos años al frente de la Federación vecinal por la amplísima
mayoría de las asociaciones, ahí está la hemeroteca para que
su espacio cognitivo relacionado con la memoria recuerde lo
impreso en estas páginas tanto con sus propias
declaraciones, como la de los que le apoyan en esta labor de
oposición.
Las maneras en las que, desconsideradamente, ha tratado a la
redactora de este diario, muestran claramente a un mal
perdedor aparentemente traumatizado por no lograr alcanzar
sus deseos más ansiados, presidir la FPAV. Algo de lo que,
afortunadamente el 80% de los vecinos, nos ha alejado.
Fundamentalmente porque quien se comporta de este modo no
merece representar a colectivo tan heterogéneo. Pero también
porque el día a día de su gestión al frente de su Manzanera
presidencialista no gusta, si quiera, a su propia directiva.
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OPINIÓN
