PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MARTES, 23 DE FEBRERO DE 2010

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

La cabalgata
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

En tiempos pasados representaba el fin del jolgorio y la alegría desbordada, para dar paso a un período de meditación y recogimiento hasta el domingo de Resurrección. Hoy eso ha cambiado ya.

Ahora, en honor a la verdad, todo eso ha quedado atrás y ya el hecho mismo de haberse celebrado el sábado esta cabalgata, cuando oficialmente la cuaresma comenzó el pasado miércoles, demuestra que lo que queda es la algarada, la juerga, la fiesta y que todo lo demás tendrá sentido dentro de las iglesias o en los corazones de los creyentes, como tales, en la calle no.

Se interprete esto, como se interprete, lo que no se puede negar es que el colorido y la diversión, en nada aportaban el reflejo de lo que es hoy la situación de recesión que estamos viviendo.

A decir de los que conocen muy bien esto, porque llevan viviéndolo desde hace muchos años y lo conocen desde sus propias entrañas, ésta ha sido la cabalgata más larga y nutrida de los últimos años, con lo que es posible que tengamos que dar la razón a aquellos políticos que hablan de total normalidad, cosa en la que yo no creo.

De ordinario no suelo salir mucho y lo que puedo decir es que a una de las pocas cosas que he salido, en la tarde-noche del viernes, para festejar el noveno aniversario de la llegada de Juan Vivas a la alcaldía, entre la seriedad y la sensatez que marcaba, en principio, el acto, me encontré con varias damas, no sé si también algún caballero, que parecían ser los adelantados de la cabalgata carnavalera, en la quinta planta del Hotel Tryp, y no sé si es que esas damas “iban a coger sitio” ya para la cabalgata, o si por el contrario iban a decirle al presidente de la Ciudad y al del PP del País Vasco, que ellas gozaron mucho con el continuo carnaval que fue el dominio del Gil al frente de la Ciudad, de eso ya hace más de nueve años.

Pero volviendo al punto de partida, a esa cantidad y calidad de participantes en la cabalgata del sábado, que además fue respetada por la lluvia ¡¡Menos mal!!, las primeras apreciaciones, desde Festejos, van encaminadas a valorar esa gran cantidad de participantes en la cabalgata de este año, sin explicarse, por qué, ha sido la más concurrida desde hace muchos años.

Seis espléndidas carrozas y nueve bateas componían la comitiva, en la que se desfilaba al ritmo de la música seleccionada “ad hoc” y sin dar la mínima importancia al viento, que a lo largo del día, venía amenazando.

Muchos participantes, metidos de lleno en el desfile carnavalero, pero también muchos curiosos en las aceras, a lo largo de todo el recorrido de la cabalgata, disfrutando de lo que se les presentaba y de las numerosas comparsas y chirigotas, que estaban participando desde el comienzo hasta el final.

Imaginación y sentido de la broma y de la chanza es lo primero que se manifestaba, con una variedad sólo comprensible al conocer la intuición ceutí para festejar este tipo de fiestas, muy arraigadas, desde siempre, en estas tierras, incluso en los momentos en los que los carnavales parecían las fiestas malditas de las orientaciones del régimen.

Ahora, ha pasado la fiesta, el tiempo de meditación es lo que ha llegado y con él, es posible que, veamos un poco mejor, todo aquello que nos rodea, cuando dejamos de lado las simples fiestas, por muy arraigadas que estén en nuestras tierras. De la ilusión habrá que volver a la dura realidad.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto