Les anuncio que el mantra
predilecto de millones de españoles ha pasado a ser
“¡Elecciones anticipadas ya!”, pasando tres pueblos y cuatro
comunidades autónomas de la Presidencia de la UE que le ha
tocado a Zetapé, para irrisión de los estados miembros y
público escarnio y machaque de la espantosa realidad
española por parte de los principales diarios europeos.
Lógicamente, a los socialistas es nombrarles la moción de
censura y el adelanto electoral y les da el faratute, así
que lanzan lo de “El Pacto de Estado” como si el electorado
popular (ya saben, esos tip@s que acudimos cada cuatro años
a hacer la cola ante las urnas para dotar a nuestros
politicos de colocación, jornal y sillón a cambio de que
sean la voz de su amo del sentir de los electores) nosotros,
tuviéramos el mínimo interés o la más repajolera intención
de aunar nuestros esfuerzos a los del pesóe para sacarles a
ello las castañas del fuego. No. Los votantes populares no
queremos pactar con la izquierda, ni podemos, porque somos
abrumadoramente creyentes y existen temas trascendentales
distintos al puro tema económico.
Los que acudimos a Madrid con nuestros hijos a la
manifestación por la familia , éticamente, tenemos que
distanciarnos de los laicoateos con sus abortos feroces y su
cristianofobia. Encima que nos han atacado con saña no les
vamos a poner el culo, porque tenemos conceptos tan
distintos de la vida, la familia, la educación, los valores
y la utilización de los caudales públicos que discrepamos
hasta a la hora de respirar. No puede ni debe, por decencia
y por coherencia, ni permitirse que se pronuncie la palabra
“pacto” con unos individuos cuyo Ministerio de Exteriores
acaba de regalar 285.000 euros, se lo juro a ustedes,
aparece en La Razón del 9 de febrero, casi cincuenta
millones de las antiguas pesetas para “la gestión del bosque
del pistacho en Afganistán”. Por cierto ¿Sabían ustedes que,
en el erial afgano, amen de opio para consagrarse como los
principales exportadores de heroína del mundo, hay bosques
de pistachos?. ¡Que curioso que los talibanes sientan
predilección por los pistachos! En internet señalan que les
gustan los piñones y las garrapiñadas, pero obvian los
bosques pistacheros a los que van cincuenta millones de
pesetas del sudor y de la sangre de los españoles. Aunque,
los miles de eurillos de los pistachos también se dedicarán
para “rehabilitación de pastizales”. Nosotros, los peperos,
preferimos que, por ejemplo, esa partida, se destinara a
mejorar las condiciones de vida de los pobres jornaleros de
la fresa y de la aceituna andaluzas, que viven las criaturas
entre plásticos, pero los de las chabolas son moros y
negros, con menos dineros que las liebres y no resultan lo
suficientemente “étnicos” ni “exóticos”. Diez millones de
euros en proyectos para Afganistán, con diez millones de
pobres en España.
¿Qué que haríamos nosotros en plan solidario por los afganos
y sus riquísimos señores de la guerra productores de
heroína? Pues agarrar unas cuantas avionetillas de las de
fumigar las lechugas y fumigarles los campos que envenenan
las venas de millones de criaturas y dejarles sin una puta
planta y si quieren recapitalizarse que, los
muchimillonarios traficantes talibanes inviertan en sembrar
las tierras, den de trabajar a sus agricultores y se busquen
la vida. Porque, en el principal productor de heroína del
planeta hay dinero para regalar, aunque siempre les
resultará divertido el que lleguen unos pringáos de España,
del país con más pobres, más necesidades y más miseria de
Europa, a apañarles los pastizales y los bosques de
pistachos y realizar, por setenta mil euros “un centro de
actividades para mujeres en el distrito de Ab Kamary” cuando
la principal actividad de cientos de nuestros abuelos
pensionistas es pedir limosna, angustiados y avergonzados,
porque la pensiones de miseria no les alcanzan para quitarse
el hambre.
¿Y no hay ni un juez ni un fiscal con cojones en esta pobre
España, que a veces nos hiela el corazón, que arremeta
contra los abusos, los dispendios, el chupar la sangre y el
sudor al pueblo e incoe diligencias? No lo hay. Es más fácil
la caza y captura de alcaldes, promotores, empresarios y
cargos públicos por disparatar dinero en temas de trajines
,que no en pistachos. El pistacho es el pistacho y el Pacto
es el Pacto. ¿Para que vamos a pactar? ¿Para que Carod siga
viajando con su séquito a Nueva Guinea Papua para regalar
cientos de miles de euros para la construcción y
mantenimiento del famoso zoológico acondicionado para criar
a mandriles peinados con rastas y que no pase nada? Los
electores clamamos “Ni pactos, ni pistachos, ni mandriles
con rastas ¡Elecciones a la voz de ya!”. (Que se van a
enterar).
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