El balance final del desalojo llevado a cabo por parte de la
delegación del Gobierno para liberar la zona de dominio
marítimo-terrestre de Miramar-Chorrillo fue de 48 familias
trasladadas. Tal como indicaron desde el área de Fomento,
todas ellas fueron realojadas, al igual que los habitantes
de las Caracolas y de otros núcleos de infravivienda o de
casas expropiadas, en la promoción de 225 viviendas de
protección oficial (VPO) de Loma Colmenar.
Las operaciones de derribo de casas y de traslado de sus
habitantes se llevaron a cabo a lo largo de la pasada semana
de forma coordinada entre la Delegación y la Ciudad
Autónoma. Tal como informaron por su parte los responsables
de la empresa municipal de la vivienda, Emvicesa, el sábado
todas las familias estaban ya instaladas en sus nuevos
domicilios.
De esta forma se han cumplido varios objetivos, por un lado,
la liberación de los terrenos de las Caracolas, donde a
partir de hoy mismo está previsto comenzar las obras del
proyecto Urban, y por otro, finalizar los movimientos de
tierra para la construcción de la nueva cárcel en Fuerte
Mendizábal, donde se demolieron 17 edificaciones. Por otra
parte, en la Agrupación Norte del Príncipe fueron derribadas
6 viviendas que obstaculizaban la reforma interior de la
barriada y en patio Molino se hizo lo propio con otras en
ruina.
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