En las dos colaboraciones anteriores quedaron enmarcados que
para el desarrollo del ESTADO DEL BIENESTAR eran
fundamentales en un orden de prioridades:
-En primer lugar el EMPLEO.
-En segundo lugar la FUERZA DEL TRABAJO.
Desde esta perspectiva en la que siempre estuve posicionado,
es desde donde se puede conseguir lo expresado en el informe
que emití para el PP sobre el desarrollo y fortalecimiento
del ESTADO DEL BIENESTAR, cuyo :
“... fundamento… se encuentra en la creación de empleo hasta
poder alcanzar no tan sólo el pleno empleo para que nuestros
conciudadanos se integren de forma plena y continuada en el
mercado laboral sino que podamos generar aún más empleos,
como para poder importar mano de obra temporal que nos
permita generar más bienes de los que son necesarios para
cubrir cualquiera de las contingencias sociales que en
nuestra sociedad se pudieran establecer, con lo cual se
garantizaría El Estado del Bienestar, para generaciones
venideras.
Conseguido este objetivo, prioritario por fundamental e
imprescindible, conseguiremos los siguientes efectos
inmediatos:
Uno .- Integración en la sociedad de cada uno de los
individuos que la componemos.
Dos.- Generación de riquezas que nos permitirán:
a) aumento del Gasto Social en :
Educación y formación. Prestación prioritaria para “...
luchar contra la exclusión social... machacando valores a
los individuos como la solidaridad, la humanidad, la
responsabilidad ... “
Con esta base generadora de riquezas y propiciando desde las
instituciones del Estado la IGUALDAD DE OPORTUNIDADES
podremos fácilmente conseguir la :
-Defensa de la unidad familiar, como base de una sociedad
civil fuerte, mediante la:
-Protección a las familias numerosas
-Favorecimiento a las familias de renta baja
-Favorecimiento a las familias de nueva creación
-Favorecimiento a los jóvenes en su primer empleo o en su
primera empresa
-Favorecimiento de los disminuidos físicos o psíquicos para
su integración en el empleo estable
-Integrar a la tercera edad en todos los niveles de la
sociedad inclusive si su voluntad es continuar en un empleo,
aboliendo con ello la edad de jubilación, marcando tan solo
el de la jubilación voluntaria.
En resumen, fortalecer un ámbito de gobierno bajo cuyo
paraguas, nos sintamos protegidos todos aquellos que lo
integramos de cualquier contingencia que la vida nos pudiera
deparar.
Creo que lo expuesto es la síntesis de muchas las apetencias
ideológicas contenidas tanto en partidos de izquierdas, como
de derechas o de centro, por lo que bajo ningún concepto
podemos aceptar que el siglo XXI representa el final de las
ideologías. Otra cosa muy distinta es que nos podamos
encontrar entreabriendo las puertas para que desaparezca la
civilización a la que estamos adscritos, hecho este en sí,
que no nos puede alejar de persistir en el perfeccionamiento
de la que se nos puede ir.
Yo no pierdo la esperanza de que algún grupo de políticos,
con SENTIDO COMÚN, nos quite de en medio a los DESCEREBRADOS
que lo están propiciando, por ser no tan sólo éstos unos
completos ineptos como políticos, sino estar inmersos, como
nos decía “ JOSE MARÍA GARCÍA”, dentro del conjunto de los
“TRINCONES, ABRAZAFAROLAS, LAME …” y el largo etc. de
calificaciones, que este periodista y gran locutor
deportivo, nos transmitía antes de ser “defenestrado” por
una macro conspiración, tanto en volumen económico como en
personas, para eliminarlo de las “ondas”.
Y si no saliesen a la palestra en poco tiempo, el conjunto
de políticos que nos extirpen a estos “CENUTRIOS”,
evitándonos extinguirnos como civilización, y que se
implantaron con el engaño de traernos una paradisíaca
DEMOCRACIA que nos prometieron crearnos, no nos quedará más
remedio que buscar los medios para que el conjunto de los
ciudadanos maltratados, entre los que me encuentro, nos
unamos y busquemos la manera de evitarlo.
Y para ello nada mejor que pedirle, a nuestra clase
dirigente que busquen a las personas más idóneas... los
“brujos”, que calibren y le hagan sacar la máxima potencia
al motor que impulse la economía de la sociedad que tenemos
o de la que a de venir, para que al igual que a nuestro
“FERNANDO ALONSO” le perfila a sus técnicos de Ferrari el
motor y la aerodinámica de su fórmula uno, los grupos
políticos deberán consensuar, sobre qué brujo/s, depositan
la confianza que perfile y empuje nuestra economía.
Y si el motor de nuestra sociedad está compuesto de dos
tiempos, es incuestionable que ninguno de los dos puede ir
en perjuicio del otro, y que lo lógico es que ambos se
beneficien del conjunto social en el que generan riqueza.
Lo que no se puede hacer, aunque se haga con la mejor
voluntad y desde el convencimiento que con ello se está
favoreciendo al conjunto social del Estado donde se
implanta, fue lo que proyectó Franco, con el “Motor” de la
economía en la que apoyó su Régimen, y cuyo diseño lo
pergeño de la interpretación que hizo de la UTOPÍA de Tomás
Moro, y de los equívocos que establecieron los
“intelectuales” generacionales al DICTADOR, que
instituyeron, que no había más socialismo, que el denominado
comunista. Y que éste se fundamentaba en los controles que
ejercía el Estado, entre otros el de los medios de
producción , lo que le llevó, por la inquina que le tenía al
comunismo ruso, a la creación del “COMUNISMO A LA GALLEGA”,
cuyo fundamento se encuentra recogido en la primera de las
Leyes Fundamentales de su RÉGIMEN, el FUERO DEL TRABAJO, y
el desarrollo legislativo que de ella se hizo, que conllevó
un gravamen disparatado sobre el EL EMPLEO, al quedar
recogido en éste, dos fuerzas contributivas muy onerosas, y
“muy a la gallega”:
Una.- La que se establecía para el soporte de los
Presupuestos Generales del Estado, gravando el empleo como
si de un módulo tan solo generador de riqueza se tratase.
Dos.- Las que lo gravaron para el soporte de las cargas
sociales del trabajador.
Cargas las expuesta que obligaron al empresariado en la
década de los cincuenta a una huida hacia delante,
aperturando nuevos puntos de venta para dar cabida a sus
empleados, en detrimento del servicio que éstos prestaban en
sus puestos originarios, perdiendo con ello la supremacía en
el motor de la economía franquista, el puesto de trabajo o
sea EL EMPLEO, para recalar esta supremacía en la FUERZA DEL
TRABAJO. Disparatando con ello la más básica de las leyes de
la economía social el gravamen sobre el puesto de trabajo.
Aunque hay que reconocer también que el DICTADOR, mantuvo un
gran equilibrio en otra de las circunstancias fundamentales
para el sostenimiento del Estado, según criterio recogido
por Adam Smith:
“… Proporción entre el número de los que están empleados en
un trabajo útil y los que no lo están. ...”
Esta tergiversación conceptual sobre la priorización de la
FUERZA DEL TRABAJO, sobre EL EMPLEO, ya quedó perfectamente
ejemplarizada en mi colaboración del pasado domingo. A la
vez que el “COMUNISMO A LA GALLEGA”, cuyo contenido social
nadie creo se puede atrever a cuestionar pese a la ironía
que conlleva para ésta ESPAÑA nuestra. Ya que su aprobación
y refrendo multitudinario, lo ejemplarizo en la
manifestación celebrada en Madrid recientemente, donde al
igual que el Franquismo movilizaba las MASAS para
concentrarlas en la Plaza de Oriente. Las Centrales
Sindicales movilizaron a sus liberados, y algún que otro
laboral, para que acudiesen a la congregación a celebrar en
la capital de los “reinos plurales de España”.
Fletaron autobuses, colapsaron los “AVES”, se dicen que
algunos marcaron diferencias cogiendo aviones. Las “LENGUAS
DE DOBLE FILO, a las cuales no creo, comentaron que se
marcaron diferencias en las viandas que se proporcionaron.
Hubo enseñas, banderas, pancartas, cánticos y la algarabía
propia de cualquier concentración social, sea laica o
religiosa o política o social. Al fin y a la postre, todas
estas concentraciones son reivindicativas, y aunque muchos
la criticasen y afirmasen que tan sólo les faltaban, para
identificarla de manera univoca con las “REIVINDICACIONES
HACIA FRANCO” , en su más genuino espíritu, la bandera rojo
y gualda y la enseña del águila imperial, y el “cangrejo”.
He de discrepar del sarcasmo que conlleva dichos
comentarios, ya que aunque la manifestación no contuvieren
las enseñas especificadas, no por ello, no dejó de ser una
manifestación de adhesión hacia Franco, o cuanto menos,
hacia su política laboral y con ello un reconocimiento
implícito, al quedar explicitado en la aludida
manifestación, la defensa intrínseca de los derechos, que
los laborales adquieren sobre la empresas que los contratan
a través de la antigüedad legislada.
Política la expuesta, que creó bastantes pérdidas de empleo,
y que ahora, comprobados los efectos que conllevó, habría
que sentarse para corregirla, sin que ello implique ninguna
merma económica sobre los DERECHOS CONTRAÍDOS, ni ignorar
que los males que nos aquejan, tan sólo son atribuibles a
los DESCEREBRADOS que se cargaron la GALLINA DE LOS HUEVOS
DE ORO, pensando que todo en ella era oro, y que legislaron
de modo y manera que las cargas fundamentales del Estado
recayesen sobre el empleo.
Y cuando fallecido “EL JEFE DE ESTADO”, que la memoria
histórica, ahora nos quiere traer que, “NUNCA HUBO”,
llegaron aún más descerebrados, y viendo que los recursos
acumulados en el anterior Régimen procedían de un manantial
que estimaron inagotable, procedieron a incrementarle más y
más y más costos al EMPLEO, como si de un pozo sin fondo se
tratase. Y sin darse cuenta que nuestro ingreso en EL
IMPERIO ÚNICO, o sea, LA GOBALIZACIÓN, nos creo una economía
tan ficticia y tan absurda, que en la actualidad nos está
hundiendo.
Así que o nos ponemos a elaborar cómo salir de la indigencia
en la que nos han colocado los que “SEAN”, que dicho sea de
paso, son las antípodas de lo que nos vendieron, como si de
burdos trileros se tratasen, y procuremos salir con nuestro
esfuerzo en pro de una supervivencia digna o nos veremos
casi todos en la pobreza.
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