El Ingesa dice estar dispuesto a llegar “hasta las últimas
consecuencias” para depurar todas las responsabilidades en
la muerte de Pablo Calle, que falleció anteayer en el
hospital sin que acudiera ningún médico de guardia a
socorrerlo. El Instituto Sanitario asegura haber abierto una
investigación pero niega que la raíz del problema esté en la
falta de personal. La familia está molesta por la ausencia
de explicaciones.
La dirección territorial del Ingesa ha emitido un comunicado
en el que afirma que “desde que ha tenido conocimiento del
triste suceso acaecido ayer”, en clara referencia al
paciente Pablo Calle, que murió en la mañana del viernes en
el hospital sin que acudiera el médico de guardia para
socorrerle, “ha abierto una investigación para determinar lo
ocurrido y llegar hasta las últimas consecuencias que se
deriven de las responsabilidades de los implicados en el
mismo”.
Prosigue el Instituto Sanitario que es “el primer
interesado” en aclarar las circunstancias y los hechos, por
lo que actuará “de forma decidida y firme cuando la
investigación determine la responsabilidad de cada uno de
los intervinientes en el suceso”.
En cualquier caso, el Ingesa niega las acusaciones de falta
de personal, ya que durante los hechos en cuestión “había
muchos especialistas de guardia en presencia física, entre
ellos, un intensivista y un internista, además de existir
sistemas de comunicación entre los facultativos”.
Pablo Calle fue enterrado en la mañana de ayer después de
permanecer de cuerpo presente en el tanatorio durante la
jornada del viernes.
La familia, cuyo portavoz es el hermano del finado, Rafael
Calle, asegura que seguirá adelante con su denuncia por
negligencia y estaba ayer “muy molesta” porque nadie del
Ingesa le había dado la menor explicación.
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