Hay algunos personajillo, no digo
personajes porque no llegan a esa categoría, que se sienten
molestos e incluso me critican cuando digo que me voy a
tener que cantar, por un acierto obtenido lo de “no me tires
bocadillos de jamón, que me voy a mosquear”. Todos ellos me
hacen gracia porque, una vez más, se demuestra que el
deporte nacional es la envidia. Aunque, a decir verdad, no
se por qué razón puedo suscitar envidia
Pues dedicado a todos ellos, a los que quiero un montón, soy
así no lo puedo remediar hoy, una vez más, me voy a cantar
el estribillo de la chirigota gaditana, a tenor de lo que ha
dicho el juez decano de Madrid, Luis González Armengol,
sobre la edad penal de los menores, que viene a coincidir
con lo que hemos escrito en varias ocasiones sobre este
asunto.
He escrito, por activa y por pasiva, que se debería rebajar
la edad penal de esos menores que comente crímenes, porque a
esa edad, en que cometen esos actos delictivos, tienen pleno
conocimiento de lo que están realizando. Pues aunque las
comparaciones son odiosas, no es lo mismo un chaval de
dieciséis años de mi época donde seguíamos siendo niños, que
un chaval hoy día con esa misma edad.
Los chavales de esa edad y de menor edad, con trece o
catorce años, saben perfectamente diferenciar el bien del
mal, encontrándose a sus anchas y campando come le viene en
ganas, a sabiendas que por ser menor de edad no tendrá que
ir a la cárcel, aunque su conocimiento al diferenciar lo que
está bien de lo que está mal sea perfecto.
Pues bien, el juez decano de Madrid, se ha mostrado
partidario de rebajar la edad penal a los trece años. De
esta manera, se lograría que los jóvenes de esta edad
respondan por los delitos y se evitaría que “estén por la
calle, campen a sus anchas y sigan profesionalizándose en el
ámbito de la delincuencia”.
La teoría que hay entre muchos juristas es que la Ley de
Protección al Menor del año 1996 (que no es la Ley del
Menor) ha sido un fracaso estrepitoso, pues carece de
medidas de contención y no hay intervención judicial, lo que
impide poner en marcha medidas para estos jóvenes.
En Suecia se responde por delitos a los 7 años. En Holanda
la edad penal empieza a los 12, Francia e Inglaterra a los
10, y Portugal a los 12. Sólo España e Italia la tienen a
los 14.
Y es como decía la sabia de mí abuela: “el arbolito desde
pequeñito, hay que cuidarlo para que se mantenga derecho y
no se incline, porque esa inclinación lo llevará al suelo, y
de ahí es difícil que vuelva a levantarse ninguna de sus
ramas.
Hace poco tiempo, quizás algunas semanas, dos menores
abusaron sexualmente de una niña de su misma edad en el
autobús escolar. En la actualidad, los jueces no pueden
hacer nada sobre un menor de catorce años.
Y que no me venga nadie a decir, que los chicos que
realizaron esa salvajada no sabían lo que estaban haciendo.
Eso no se lo cree ni el que asó la manteca colora.
Pues nada queridos que me voy a besar y a cantar, una vez
más, el estribillo de la chirigota. Por cierto, mañana me lo
vuelvo a cantar.
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