Las alumnas de natación que toman clases en el Polideportivo
Díaz-Flor denuncian que los vestuarios que ellas usan en el
recinto se encuentran en malas condiciones. Entre los
problemas que señalan, se cuentan la gran humedad que invade
la sala, la existencia de un fuerte olor a cañería, la
aparición de moho, el hecho de que no todos los retretes
funcionen o de que al agua de las duchas esté demasiado
fría.
Ya en el pasillo que lleva a su entrada se puede percibir la
fría humedad que envuelve a los vestuarios femeninos del
Polideportivo Díaz-Flor. Todo vecino de la ciudad sabe que
el entorno ceutí es especialmente húmedo y que sobre todo lo
es en días lluviosos, por lo que en estos momentos, en los
que la lluvia incesante está marcando uno de los inviernos
más pasados por agua que se recuerdan, es de suponer que
muchos recintos de la ciudad se encuentren en idénticas
circunstancias.
Sin embargo, el estado de estos vestuarios, y no únicamente
la humedad de sus instalaciones, lleva preocupando a sus
usuarias habituales desde hace bastantes meses.
Quejas por mal estado
Además de la mencionada humedad, que según cuenta la alumna
de natación del polideportivo Mari Ángeles Rodríguez,
“literalmente se come las paredes y el techo”, existen otros
problemas “muy reseñables” como el “fuerte” olor a cañería
“que muchos días lo impregna todo y que a veces es
verdaderamente insoportable” o como el hecho de que “no
todos los retretes funcionan lo adecuadamente que deberían
funcionar”.
Otra usuaria de las instalaciones y también asistente
regular a las clases de natación, Amalia Lara, comprende que
“debido a este invierno tan lluvioso sea tan difícil
controlar la humedad”, pero también señala con firmeza que
“de todas maneras, el problema lo llevamos detectando desde
bastante antes de la llegada del invierno: incluso hay zonas
ya mohosas en la sala”.
Encarnación Fajardo, usuaria y también adscrita a los cursos
de natación que se imparten en el centro polideportivo, no
tiene ningún reparo en afirmar que “el vestuario está fatal;
está verdaderamente mal” , tanto que “incluso a veces el
agua de las duchas sale demasiado fría para hacer posible un
aseo cómodo”.
“Hace falta ya una solución” concluye Encarnación, y
apostilla que “no podemos prepararnos para una actividad
como es la natación en estas condiciones”.
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