Los trabajadores del centro de salud de Recinto han vuelto a
elevar otra queja ante el servicio de Medicina Preventiva
por la situación que atraviesa la oficina de cita previa. A
las filtraciones de agua que se vienen produciendo cada vez
que llueve, se une ahora el hecho de carecer de auricular
para atender con las manos libres el ordenador para dar
cita.
La plantilla del centro de salud de Recinto sigue acumulando
situaciones de incomodidad que han motivado nuevas quejas
ante el servicio de Medicina Preventiva.
Según informó a este periódico la presidenta de la junta de
personal y delegada sindical de Satse, Elisabeth Muñoz, las
flitraciones de agua siguen anegando la oficina cita previa,
situada a la derecha del vestíbulo del dispensario, cada día
que las precipitaciones visitan la ciudad, que este año no
están resultando precisamente pocos.
Los representantes de los trabajadores han vuelto a
comunicar la situación al servicio de Medicina Preventiva,
que ya hizo una supervisión del estado en que quedaba la
oficina y comunicó su diagnóstico a la dirección territorial
del Ingesa que, de momento, no se ha decidido a tomar
medidas efectivas para atajar la situación.
Mientras tanto, la plantilla sigue arreglándoselas con la
incansable labor de la limpiadora y los elementos de
interposición en las ranuras de puertas y ventanas.
No es la única queja del personal de la oficina de cita
previa de este centro de salud. Según prosiguió Muñoz, las
auxiliares administrativo también han planteado a Medicina
Preventiva que siguen sin llegar los auriculares para
atender el teléfono con las manos libres mientras conciertan
la cita, por lo que deben hacer uso del hombro y la cabeza
para sostenerlo, “ocasionándoles graves problemas de salud”.
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