Un paciente de 64 años, que ingresó el pasado lunes en el
hospital con una hernia en un testículo, falleció en la
mañana de ayer sin que acudiera un médico de guardia a
socorrerlo. Según el informe del facultativo de la UCI que
lo recibió cadáver, al que ha tenido acceso EL PUEBLO, el
hombre llegó a la unidad conducido por las propias
enfermeras de la planta de hospitalización “al no poder
contactar con ningún médico responsable de guardia”. La
familia denunciará hoy el caso ante el juez.
Un hombre de 64 años de edad falleció en la mañana de ayer
en el Hospital Universitario de Ceuta, después de ser
trasladado a la UCI por las propias enfermeras de la planta
de hospitalización, quienes no pudieron contactar con ningún
médico de guardia.
Pablo Calle ingresó el pasado lunes con una hernia en un
testículo y problemas de asfixia derivados, de su estado de
nerviosismo. “Le ocurría mucho cuando entraba en este
estado, empezaba a faltarle la respiración y se quedaba
dormido, por eso estuvo hospitalizado varios días sin que lo
operaran”, declaró a este periódico el hermano del finado,
Rafael Calle.
Según el informe redactado por el facultativo de la UCI, al
que ha tenido acceso EL PUEBLO, el paciente, ingresado en la
habitación 235, llegó a su unidad cadáver a las 06.40 horas
de ayer.
Tal como apunta este documento, “es conducido a UCI por las
propias enfermeras de la planta de hospitalización, después
de llamar ellas mismas a este servicio, al no poder
contactar con ningún médico responsable de guardia”.
El facultativo acredita además que Calle llegó a su unidad
con parada cardiorrespiratoria y signos clínicos de muerte
irreversible (pupilas midriáticas arreactivas bilaterales,
livideces...). Pero también aclara que “comento a la familia
que no puedo hacer el certificado de defunción, al
desconocer las causas del fallecimiento y los detalles
clínicos del enfermo, ya que carece de la documentación
hospitalaria pertinente”.
Y para dejar clara su postura, este facultativo especialista
en Medicina Intensiva añade que “le comento, igualmente, que
haré constar todas estas circunstancias a la dirección
médica del hospital, así como al forense y al juez de
guardia, si procediera”.
Efectivamente, ese es el paso que piensa dar la familia esta
misma mañana: denunciar lo que ellos consideran “una
negligencia” ante el juzgado de guardia. La familia está
convencida de que el fallecido ha sido víctima de la mala
organización. “El problema del nuevo hospital es que le
falta mucho personal”, apostilló el hermano, Rafael Calle.
Mal equipado
Es más, la familia asegura que mientras su hermano estuvo
ingresado se disponía de “una sola bombona de oxígeno para
todo el hospital”. Los familiares quisieron agradecer
también a las enfermeras que asistieron a su pariente por
haber hecho “todo lo que pudieron” para intentar mantenerlo
con vida, aunque finalmente fracasaron en su intento. El
certificado de defunción fue expedido horas después por el
urólogo.
En todo caso, aunque desconocen si la muerte hubiera sido de
todos modos inevitable, no salen de su asombro porque no
acudiera el médico a atender a su pariente.
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