La valla fronteriza de Melilla volverá a estar completamente
operativa en un mes, plazo que la Delegación del Gobierno
calcula que tardarán en ejecutarse los trabajos de
reparación de la alambrada, que se vio afectada en un tramo
de 70 metros por el fuerte temporal que sufrió la ciudad a
finales del mes pasado.
El delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, en una
entrevista concedida a RNE, subrayó ayer la gran complejidad
que entrañan estos trabajos de reparación por el lugar en el
que se ha producido la rotura, que se encuentra "muy
encajado" en el cauce del río.
No obstante, el Ministerio del Interior ha dado "máxima
prioridad" a los trabajos de rehabilitación de la valla, que
están ahora mismo centrados en el arreglo de la base de
hormigón para levantar en el menor tiempo posible la parte
exterior de la alambrada.
De este modo, se pretende "superar la situación excepcional
de rotura" que sufre ese tramo de obra, cuya vigilancia se
ha reforzado con varias patrullas de la Guardia Civil y de
las fuerzas de seguridad marroquíes, lo que ha permitido que
no se haya registrado por el momento ninguna entrada
irregular de inmigrantes.
La última parte de los trabajos será la restauración de la
sirga tridimensional, situada entre las dos vallas
fronterizas.
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