Antonio Basagoiti (Bilbao, 1969) preside el Partido
Popular del País Vasco desde 2008 y fue candidato a
lehendakari en las elecciones celebradas un año después.
Tras los comicios, socialistas y populares alcanzaron un
pacto de gobierno que permitió un cambio histórico al frente
del ejecutivo autonómico y que permitió al PP acceder a la
presidencia del Parlamento Vasco. Aunque no conoce Ceuta,
llega este viernes con el interés de encontrar valores
compartidos, como el de la necesidad de la convivencia, y
con el objetivo de celebrar junto a sus compañeros los 9
años de gobierno popular en la ciudad. En su opinión, el PP
ha cambiado Ceuta, la ha situado en el escenario nacional y
la defiende “con uñas y dientes”.
Pregunta.- ¿Cómo está siendo la experiencia de Gobierno, tan
distinta, con el PSE? ¿Resulta difícil tratándose de dos
partidos enfrentados en el ámbito nacional? ¿Cómo se
compatibiliza en el día a día?
Respuesta.- Lo del País Vasco está funcionando bien, con
normalidad y tranquilo, porque lo que estaba ocurriendo, los
problemas que tenía el País Vasco y que tiene aún, que son
una falta de convivencia por una siembra de la división
permanente por parte del nacionalismo y la amenaza continua
del terrorismo son problemas previos a la izquierda y la
derecha o al partido político de uno. Hemos hecho un pacto
con el que queremos llegar a una situación de normalidad, en
la que eliminemos la amenaza del terrorismo y por otra parte
los vascos podamos entendernos en base a la Constitución y
el Estatuto que hemos aprobado los vascos y los españoles.
No es que estemos aislados de la política nacional, pero es
otra cosa, mientras que en la política nacional discutimos
por la ineficacia económica de Zapatero, aquí estamos de
acuerdo porque estamos en algo previo a todo eso que es algo
muy básico como el entendimiento y la libertad. En base a
esos conceptos la intención es que el pacto tenga
continuidad y se confirme durante estos cuatro años.
P.- Está por encima ese interés, el de acabar con la
violencia, de otras cuestiones, de la política...
R.- Sí, porque aquí no nos estamos jugando un escaño más o
menos, ni tan siquiera un ministerio, si no que a uno no le
peguen un tiro o pueda vivir tranquilamente siendo
nacionalista o no nacionalista o viva en un barrio o en una
ciudad. Como eso es previo y es fundamental, no estamos en
el otro debate, y yo creo que tenemos que ir a entendernos
más los grandes partidos nacionales como hemos hecho en el
País Vasco.
P.- Entonces ¿cuál es el balance de esta primera etapa
del pacto?
R.- Todavía no se ha cumplido un año pero el balance es
positivo primero porque está funcionando con normalidad y
había quien auguraba que esto no iba a durar cuatro días y
que Euskadi iba a ser el acabose si no gobernaba el PNV, que
no iba a amanecer, y nada parecido, Euskadi está tranquila,
la gente tiene los problemas que tiene en cualquier sitio de
España y además ha habido avances claros. Ha habido avances
en prestigiar y potenciar la convivencia y en la lucha
contra el terrorismo, al sacar a los fanáticos de las aulas,
y hacer que la ertzaintza le esté parando los pies en los
pueblos a la gente de Herri Batasuna, a la hora de defender
las cosas normales para que haya más libertad. El balance es
positivo porque se ha avanzado a favor de la libertad y en
el entendimiento entre vascos.
P.- ¿Qué cabida tiene la lucha de PP y PSE por el apoyo
del electorado con este pacto?
R.- Bueno, no somos el mismo partido, y de hecho yo no
comparto todo lo que hace el Partido Socialista al frente
del Gobierno y creo que lo haríamos mucho mejor que ellos en
temas como la economía, pero estamos respaldándoles con un
sentido de la responsabilidad porque el País Vasco
necesitaba ir por un camino de tranquilidad y no estar
siempre en proyectos de ruptura, independencias y cosas así
y porque hace falta plantarle cara desde las instituciones
vascas al terrorismo. Cada uno tenemos nuestro electorado y
yo aspiraré a que el mío sea mayor de lo que es ahora, ellos
aspirarán también a lo suyo, pero una cosa es lo que
queremos como partido y otra cosa la responsabilidad de
país, en este caso, de comunidad autónoma.
P.- Respecto al gran tema, el de la crisis, ¿es cierto
que la economía vasca ha comenzado a recuperarse? ¿Cuáles
son las recetas del PP?
R.- Es cierto que ha habido síntomas positivos que yo creo
que tienen que ver mucho, más que con recetas económicas
concretas, con la tranquilidad y estabilidad que hay en el
País Vasco. Cuando había un lehendakari que estaba
permanentemente enfrentándose a todos los tribunales, a
todos los gobiernos en Europa, en el conjunto de España,
etcétera, pues eso no animaba a la inversión ni a dar una
buena imagen de esta parte de España. Ahora hay mayor
estabilidad y confianza y eso ayuda a que la economía vaya
un poco mejor. Pero los problemas económicos que padecemos
en el País Vasco, más allá de lo que podamos hacer cambiando
la imagen del país y dándole mayor estabilidad tienen todos
el mismo origen, el mismo que en Ceuta, que es el Gobierno
de España que lo hace rematadamente mal y eso afecta a todas
partes.
P.- A propósito de este mismo asunto, ¿qué espera del
debate de hoy (por ayer) en el Congreso, que parece que está
siendo agrio?
R.- Bueno... es normal que el debate sea duro porque la
situación económica española es muy grave y porque la falta
de credibilidad del presidente Zapatero en esta materia es
conocida y reconocida no sólo en España sino incluso fuera
de nuestras fronteras. Lo que se está demostrando con este
debate es que hace falta otra política económica y también
de Nación y de entendimiento entre los partidos políticos.
Creo que el PP y el PSOE tenemos que entendernos mejor,
también a nivel nacional y para eso hace falta un cambio,
porque Zapatero, aparte de que en lo económico no tiene
ningún criterio, su bandera ha sido la de pretender aislar y
destruir al Partido Popular y eso no es lo que necesita la
sociedad española, necesita mejor convivencia entre
españoles.
P.- Antes ha mencionado las mejoras que a su entender se
han producido en el País Vasco, en relación con ETA y su
entorno, ¿qué logros destaca como propios del Gobierno y el
Parlamento vascos actuales?
R.- La mayoría actual estamos centrándonos en la cantera de
ETA. Es verdad que también hay más eficacia en la ertzaintza
y eso no es difícil porque con Ibarretxe en cinco años
detuvieron a cinco terroristas y ahora se ha detenido ya a
ocho, luego es un avance notable. Pero lo fundamental no
está ahí, lo fundamental es quitar excusas y mentiras y
plantarle cara a ETA y Batasuna en los pueblos y en los
barrios y para eso estamos trabajando, en el tiempo que
llevamos, en la deselegitimación de ETA. ¿Y cómo se hace
eso?, pues en la educación, estamos metiendo a las víctimas
en la educación para que los jóvenes vean qué consecuencias
tiene el terrorismo; estamos apartando de los medios
públicos, que antes estaban todos los días, los batasunos
justificando sus crímenes; estamos quitando carteles de los
asesinos de los pueblos porque esa es la mejor manera de que
la gente vea que no son unos héroes, que son unos villanos.
Por lo tanto yo diría que ha habido avances notables en la
lucha contra el fanatismo ideológico que sustenta a ETA en
las calles y sobre todo en los ámbitos en que se mueve la
juventud vasca, y eso se notará, y se notará sobre todo en
el futuro, porque estas medidas no son de un día para otro.
P.- En un principio, el PNV no pareció asumir el cambio
de signo político en Euskadi. ¿Cómo calificaría a día de hoy
su actitud?
R.- El PNV pasó de estar rabioso por perder el poder que
dominaba desde hace 30 años a tener una actitud más
sibilina, y lo que está haciendo es disfrazar sus
propuestas. El PNV sigue en el Plan Ibarretxe, sigue en la
independencia, en las fronteras, en los planteamientos de
identidad y de unos contra otros. Lo que pasa es que ahora
como está en la oposición lo llama de otra manera, al Plan
Ibarretxe lo llama concierto político o reforma estatutaria
en el sentido independentista y está en eso, pero el PNV no
está centrado, está en lo que está, que es en su
independencia, y está teniendo una sola ayuda ahora, que es
Zapatero, que le rehabilita apoyándole presupuestos o
dándole regalos en forma de aplazar las competencias en
empleo. La gente de Ceuta no lo sabe, pero Zapatero ha
pactado con el PNV que no nos lleguen las competencias de
empleo que disfrutan todas las comunidades autónomas.
P.- ¿Qué espera de las elecciones municipales y a las
Juntas Generales (de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya) de mayo de
2011?
R.- Espero que el cambio se vaya consolidando, que los
vascos vayan dando más apoyo a este nuevo tiempo de
estabilidad y más libertad que tenemos, y creo que los
vascos tienen que ir respaldando de forma mayoritaria al PP
porque si no fuese por el PP aquí nada habría cambiado, si
no fuese porque tuvo escaños hoy gobernaría Ibarretxe y si
el PSOE hubiera ganado por sí solo las elecciones hoy el
señor López haría una política parecida a la de Montilla, y
en vez de estar metidos en esta tranquilidad y en la lucha
contra el terrorismo estaríamos en estatutos, en lenguas y
en cosas parecidas. Por eso espero un respaldo mayoritario
al partido Popular porque ha sido el eje del cambio de la
política vasca.
P.- ¿Y de los comicios generales, cabe esperar un cambio
en el Gobierno de la Nación?
R.- Entiendo que España necesita un cambio inmediato y en
dos direcciones, hacia una política económica eficaz, con
reformas en aspectos tan importantes como el mercado
laboral, la energía y otros, porque España tiene capacidad y
potencial para salir de la crisis. Tenemos una buena clase
trabajadora y empresarios importantes y lo que no podemos es
estar frenados por un gobierno que cada día dice una cosa
distinta. Necesitamos un cambio en la política económica y
un cambio en la manera de entender la propia política, hay
que abandonar ese zapaterismo que se ha caracterizado por
intentar aislar al Partido Popular por destruirlo, por
derrotarlo, porque los españoles tenemos que convivir con
tranquilidad y darnos cuenta de que es absolutamente normal,
legítimo y positivo que haya gente de izquierdas, de
derechas, de centro, de nada... Por lo tanto debe haber un
cambio en la manera de entender España y de enfocar la
economía, y ese cambio se llama Partido Popular, se llama
Mariano Rajoy.
P.- Si en Euskadi se busca la convivencia pacífica, ese
rasgo es algo que caracteriza especialmente a Ceuta, donde
conviven gentes de diferentes culturas y religiones. Esta
será la primera vez que usted visita la ciudad, ¿coincide en
la apreciación de que es una gran desconocida en el contexto
nacional?
R.- Yo creo que sí, lo que pasa es que ha hecho grandes
avances en los últimos tiempos. Ceuta de ser una gran
desconocida y un poco apartada, no digo ya geográficamente,
sino desde el punto de vista social o político, mediático...
En los últimos años ha tenido mucho más empuje y se conocen
proyectos que se hacen en Ceuta y la intención por estar
activos en el debate nacional y creo que siendo ese el punto
de origen se nota que han avanzado mucho en los últimos
años.
P.- ¿Qué expectativas tiene respecto a este viaje a
Ceuta, donde viene a celebrar con sus compañeros los nueve
años de Gobierno popular?
R.- Vengo a advertir que el Partido Popular ha cambiado
Ceuta y ha apostado por la convivencia y por los proyectos
concretos para Ceuta y que defiende lo ceutí con uñas y
dientes. Y vengo a contar que en el País Vasco también
estamos en un cambio gracias al Partido Popular, el cambio
tiene un año y en él compartimos la necesidad de la
convivencia, de defender lo vasco con relación a lo nacional
y la necesidad de solventar problemas reales y no estar
metidos en los rollos que está metido el nacionalismo vasco.
P.- Ceuta está inmersa en la reforma de su Estatuto de
Autonomía, ¿qué opinión le merece que el Gobierno de la
Ciudad, tal como ha expresado recientemente en su propuesta,
aspire a que Ceuta alcance el rango de Comunidad Autónoma?
R.- Yo creo que las reformas de estatutos después de unos
años de desarrollo son lógicas siempre y cuando estén
planteadas para que los ciudadanos vivan mejor y sus
problemas los resuelva mejor la administración. El problema
que tiene la reforma de los estatutos en otros lugares de
España, como en Cataluña o el que pretendía el PNV en el
País Vasco, es que no se hacen para que la gente viva mejor,
se hacen para saciar no se qué nacionalismos, y como estoy
convencido de que la propuesta hecha por mis compañeros de
Ceuta lleva la dirección clara de que se pueda atender mejor
a los problemas de los ceutíes estoy convencido de que es lo
que hay que hacer.
P.- También hay otra reivindicación importante del
Gobierno de Ceuta, y es la de que se considere a la ciudad
en en el ámbito de la Unión Europea y por razón de sus
limitaciones y singularidades, tanto físicas como
geográficas, como una de las regiones ultraperiféricas. ¿Qué
opina de esta aspiración?
R.- Yo sí creo que Ceuta necesita más apoyo europeo, y es
así porque representa mucho en todos los sentidos, no
solamente en un sentido histórico o nacional, sino también
desde el punto de vista de la inmigración, de las
dificultades que tienen unos europeos por vivir apartados
del continente y si en algunos sitios se tienen que volcar
las instituciones europeas tiene que ser en aquellos que
tienen más dificultades para el desarrollo económico y de
las infraestructuras. Para eso está la Unión Europea, para
ayudar a quienes lo necesitan, no para aplaudir a los que
tienen todo fácil, y por eso me parece absolutamente justo.
P.- En Ceuta hay censados, según los últimos datos de que
disponemos, 264 vascos, la mayoría, vizcaínos, mientras que
en Euskadi constan 57 ceutíes. Los dos territorios tienen
fama de acogedores, ¿qué mensaje enviaría a ambos
colectivos?
R.- Yo quiero decir a los vascos que viven en Ceuta que el
País Vasco, que su tierra, está mejorando, que sus
familiares, que en sus orígenes, hay más tranquilidad, mayor
convivencia y estamos acabando con la lacra del terrorismo.
También invito a todos los ceutíes a que visiten el País
Vasco, que lo conozcan, que no se crean eso que a veces se
ha vendido de que es una tierra en la que se va matando a la
gente, para nada, es un sitio donde se vive bien, en el que
hay una buena gastronomía, que los vascos son buena gente y
sobre todo que estamos quitándonos de políticos que no
hacían más que pelearse con el resto de España y estamos
llevando a su final a esos terroristas que causaban la
inestabilidad. Que se atrevan, que vengan, que es una de las
mejores zonas de España.
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