No sabes cuanto nos ha impresionado la noticia de tu
fallecimiento y como te echaremos de menos. Como suele pasar
en estos casos nos resistimos a creer que es cierto, que el
triste acontecimiento ha sucedido.
Te has marchado sin decirnos adiós, como ‘de puntillas, como
si no quisieras que se notara, acaso de la misma forma en la
que has andado por la vida. Nosotros tus amigos y compañeros
de Concesión del Mercado Central, del que fuiste Presidente
de la Asociación, te recordemos con todo el afecto que te
mereces.
Quiero recordar que, debido al paso que diste hacia la
política, tuvistes que dejar la Asociación ya que era
incompatible el cargo. Y desde aquí te agradecemos todos, la
ayuda que nos prestastes en todo momento y yo personalmente,
que tuve que hacerme cargo de la Asociación, que me honra
presidir, te agradezco el apoyo que me diste, así como los
consejos, todos enfocados a ayudar a las personas que
tendría que defender en sus puestos de trabajo.
No quiero extenderme, aunque te lo mereces, pero si quiero
volver a darte las gracias por tu comportamiento ejemplar
como Presidente, como Compañero, como Concesionario, y lo
más importante, como Persona y Amigo.
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