Las puertas están astilladas, las ventanas no están
cubiertas, la electricidad sólo funciona en el baño y en el
salón, la humedad se come las paredes, el suelo se inunda
con mucha facilidad y cuando llueve “hay que entrar a la
ducha con el paraguas abierto”.
Meriam Meham y su familia no se imaginaban que, cuando
dejasen su antigua casa en Juan Carlos I por esta, situada
en la calle Miguel Lara y cedida temporalmente por Emvicesa,
iban a encontrarla en tal estado.
“En invierno el frío y la humedad nos calan hasta los huesos
y en verano el calor es insoportable y no dejan de colarse
grillos y cucarachas”, afirma Meriam, que, aunque tiene
adjudicada una vivienda nueva en Loma Colmenar, que va a
recibir este miércoles, pide a Emvicesa que le permitan
trasladarse a ella “ahora mismo, ya que llevamos tres años
esperando unas llaves que no llegan y la situación en la
casa ya es insostenible”.
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