El auditorio del IES Siete Colinas acogió ayer noche la 27
edición del Concurso de Agrupaciones de Carnaval, donde pese
a la alegría de la fiesta existía un sentimiento
contradictorio ya que se está viviendo el primer Carnaval
sin Juan Carlos García Bernardo. Sin O’Donnell, los Pérez, o
las comparsas femenina de Carmen Seglar o de Josemi Romero,
las agrupaciones noveles participantes irrumpieron con ganas
y las veteranas siguen dejando el listón cada vez más alto
poniendo las votaciones difíciles al jurado.
Después de un magnífico pregón que encendió la mecha del
concurso con fuego carnavalero, un público entregado arropó
a todas y cada una de las ocho agrupaciones participantes.
Todo el mundo comentaba que la primera parte del concurso
iba a ser muy floja ya que quitando la comparsa ‘El tesoro
de los Wokou’, el resto de las agrupaciones antes de dar
paso al descanso eran noveles, compuesta por carnavaleros
jóvenes y principiantes en este mundillo.
Quizás no tuvo la alta calidad que se pudo ver a partir de
la una y cuarto de la madrugada cuando las llamadas
‘agrupaciones punteras’ fueron saltando a las tablas del
Siete Colinas, pero tanto las dos chirigotas de Pacorro como
la comparsa de Andure pusieron todo sobre el escenario, algo
que el público asistente agradeció con fuertes aplausos,
reconociendo así la presencia en esta nueva edición de los
Carnavales de Ceuta, mientras que la agrupación femenina de
Juan Antonio Sánchez Baglieto, que en el año 2008
participaron por última vez bajo el nombre de Septahuacán,
regresaban con una gran afinación, una magnífica puesta en
escena donde el forillo llamó la atención y con un
repertorio muy completo y ajustado al tipo de la agrupación.
Las ganas de diversión de todos los presentes ayudó a que el
concurso no se muriera antes del descanso ya que a la
agrupación ‘RIP, RIP Hurra!!!’ se le notó falto de
experiencia, algo que irán consiguiendo con el paso del
tiempo.
Después del descanso el concurso dió un vuelco espectacular
donde ‘Los Matarile’ arrancaron la primera ovación de la
noche poniendo en pié al patio de butaca y al gallinero
gracias al gran repertorio, donde cabe destacar un pasodoble
muy finamente cantado y tratado sobre lo ocurrido con Pedro
Gordillo y el segundo que levantó al público de sus asientos
y que fue un homenaje a Juan Carlos García Bernardo, quién
llegó al cielo y le pidió a San Pedro que no abriera las
rejas del cielo que como buen rociero el quería saltarla
para encontrarse con su Blanca Paloma.
Tras Los Matarile, ya no había tiempo ni para pestañear y a
continuación la chirigota ‘Los granillo de Arenilla’ llenó
de sabor añejo chirigotero las esquinas del Siete Colinas,
veteranía, humor fino bien cantado y afinado que levantó de
sus asientos a todos los presentes gracias a dos magníficos
pasodobles, el primero de ellos dedicado a los pederasta
existentes en la Iglesia y el segundo criticando la gestión
del gobierno que tiene olvidada a las barriadas.
Si fueron buenos los pasodobles mejores fueron los cuplés y
el popurrí donde nuevamente Gordillo se llevó lo suyo, hubo
un bonito recuerdo para Juan Carlos García Bernardo y se le
dedicó una parte a la Ceuta blanca y negra, esta Reina del
Estrecho.
El concurso de ayer, como los buenos vinos, a medida que
transcurria el tiempo mejor cuerpo cogía y llegaron ‘Los
Fenómenos’ que después de una gran presentación
interpretaron dos magníficos pasodobles abordando el tema de
la retirada de lo crucifijos de las aulas y mostraron su
apoyo a los policías que se encuentran atados para
desempeñar correctamente sus funciones y ante los jueces
parecen que son ellos los delincuentes.
La velada terminó con ‘Esta noche lo clavamos’, chirigota de
Javi Barrientos que llegaron mucho más afinado que estos
años atrás y que y con la guasa y gracia que les
caracteriza.
En la presentación hicieron un guiño a la comparsa ‘Los
Matarile’ y salió ‘El Chaqueta’ para cerrar con su llave la
carpintería de esta chirigota.
Pasodobles ingeniosos, destacando el segundo donde juegan
con las palabras, haciendo creer que esperan a alguien
especial que al final es su deseado ‘campero’.
Los cuplés estuvieron algo pobres pero como siempre esta
chirigota rompió con el popurrí que arrancó las risas y los
aplausos de todos los presentes con su humor fresco y sus
simpáticas comparaciones que les valió la ovación final de
los asistentes al Siete Colinas.
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