El secretario general de UGT, Antonio Gil, es de la opinión
de que la desesperación de los desempleados ceutíes no debe
combatirse con concentraciones y manifestaciones. El líder
sindical habla de la situación del paro en ceuta y considera
que el modelo utilizado en la ciudad es “caduco pero
necesario”. Gil propone una serie de medidas para conseguir
salir de la crisis y analiza al detalle la situación de los
parados. También habla de esa “lacra” social que son los
trabajadores ilegales, que “explota y precariza”. Por otra
parte, Gil resume brevemente los puntos, objetivos y medidas
más importantes que el sindicato va a llevar a cabo a corto,
medio y largo plazo para contribuir a paliar la situación.
El secretario general de UGT, Antonio Gil, habla de los
temas que más preocupan a los ceutíes, como son el desempleo
y la propuesta del Gobierno central de retrasar la
jubilación a los 67 años. El líder sindical, se muestra
convencido de que se saldrá de la crisis, pero con esfuerzo
y con reformas adecuadas: en primer lugar, en el ámbito
social, y en segundo, en el laboral. Por último, habla de
las medidas y objetivos del sindicato.
Pregunta.- ¿Qué opina acerca de las concentraciones de
los desempleados organizadas por CCOO?
Respuesta.- Ya hemos hablado en más de una ocasión de la
actual situación, de las expectativas y de las posibilidades
de los parados de Ceuta, que son muy escasas. Nosotros aquí
no participamos en esta idea de las movilizaciones porque
creemos que esto añade más frustración a los desempleados y
por lo tanto ya no hablo de desencanto, sino incluso la
desesperación que puede adueñarse de estos trabajadores
cuando vean que la cruda realidad no les lleva a nada.
P.- ¿Cómo cree entonces que se debería actuar en este
sentido?
R.- Hay que recordar que las administraciones públicas crean
empleo a través de la Oferta Pública de Empleo y por lo
tanto, una posibilidad serían los Planes de Empleo, que,
como sabemos, están funcionando. Por otra parte habría que
analizar la situación de las familias ceutíes, aquellas que
no disponen de ningún recurso y poder otorgarles una opción
a través de medidas sociales en primer lugar, y laborales en
segundo.
P.- Desde CCOO se asegura que los trabajadores están
“desesperados”...
R.-Sí, claro que están desesperados, porque en el horizonte
en cuanto a empleo, a corto y medio plazo, no se contempla
ninguna posibilidad. Pero van a estarlo mucho más si no se
toman medidas. El papel de las administraciones es
preocuparse de que la situación no afecte en demasía a las
familias.
P.- El paro en Ceuta ronda el 24%, y la media de España
se sitúa en el 18%, ¿qué ha pasado?
R.-Lo que ha pasado es que una de las crisis más grandes de
la historia contemporánea está azotándonos. Ya avisamos que
la debilidad del modelo productivo español iba a traer como
consecuencia esto. Aunque tenemos que agradecer que haya
habido un cambio de posición por parte de los empresarios
porque hasta ahora, lo que habían hecho con esta crisis era
ineficaz y desleal. Todos sabemos qué es lo que ha provocado
esta crisis: el ‘crack’ del mercado financiero
internacional. Y sabiendo que se ha producido por esto, los
empresarios y la oposición se han pronunciado por una
reforma del mercado laboral. Habría que poner el empeño en
reformar el mercado financiero internacional. Esta crisis
nos debería enseñar dónde tenemos que reformar y dónde no y
qué es lo que tenemos que hacer.
P.- ¿El sector de la construcción en Ceuta puede ser la
causa de que la crisis actúe aquí de forma más acusada?
R.-Evidentemente, no hay que despreciar al sector de la
construccíón en este sentido, ya que sigue siendo
importantísmo. Por otra parte, en Ceuta, si observamos todas
las iniciativas que se han tomado, están basadas en ese
modelo caduco, pero necesario. Y no hay ninguna que
contemple un valor añadido a ese empleo: todo lo que se va a
crear se va a acabar y se volverá a la situación del
principio. Lo que sería necesario es un esfuerzo de
‘imaginación’: al mismo tiempo que se invierte y se
desarrolla en actividad en Ceuta habría que crear
alternativas a un modelo productivo más estable, un empleo
con un modelo productivo mayor.
P.- ¿Cuál cree que sería la solución más eficaz para
hacer ‘desaparecer’ a los trabajadores ilegales en Ceuta?
R.-Sabemos que hay trabajadores ilegales y lo que ha hecho
UGT en ese sentido ha sido dirigirse tanto al Gobierno de la
Ciudad como al central, para que se refuerce y apoyen las
medidas de inspección con los cuerpos y fuerzas de seguridad
del Estado, ya que en algunas visitas de los inspectos se
producían situaciones comprometidas a causa de alguna
reacción de empresarios y trabajadores que se veían
descubiertos. También pedimos que se refuercen los servicios
puntualmente con mayor presencia de inspecciones de manera
coyuntural, con un proyecto bien planificado y bien
planteado. Además, sería necesario que se reforzaran en
Ceuta las plantillas con otros de fuera y que la mano de
obra clandestina se combata con más eficacia.
P.- Por otra parte, ¿qué opinión le merece la propuesta
del Gobierno de retrasar la jubilación a los 67 años?
R.-Desde UGT consideramos que es innecesaria e inoportuna.
Estamos barajando y analizando cuándo y en qué momento los
trabajadores más jóvenes se incorporan al mercado laboral,
cada vez es más tarde. Y la tasa de envejecimiento cada vez
es mayor en España. Creemos que el Gobierno se ha expuesto
innecesariamente y como consecuencia se están produciendo
este tipo de movilizaciones.
P.- ¿Cuáles son los objetivos a corto plazo de UGT?
R.-A cortísimo plazo, el mantenimiento por parte de la
inspección de trabajo y aumento, si cabe, de las medidas de
inspección para combatir la lacra que supone la mano de obra
ilegal porque explota, precariza y esos trabajadores se
encuentran al margen de las medidas de prevención de
riesgos.
P.- ¿Y cuáles son las medidas que se barajan a medio y
largo plazo?
R.-A medio plazo, medidas que tienen que favorecer la
actividad económica de Ceuta, aumentando las posibilidades
que tiene la ciudad, eligiendo actividades que se puedan
desarrollar. Habría por tanto que retocar y adaptar el
régimen económico y fiscal de Ceuta, ya que en estos
momentos constituye un handicap para la Ciudad. Además,
habría que apoyar alguna actividad empresarial con toda la
fuerza posible. Otra medida sería que los marroquíes que
tienen una segunda residencia en el norte pudieran entrar en
Ceuta sin necesidad de visado, por la simple lógica de que
somos vecinos y de que puedan acceder a nuestra ciudad como
turistas, que son excelentes. Y a largo plazo, dependerá
todo de la iniciativa empresarial aprovechando esas ventajas
que tiene Ceuta por ser ciudad fronteriza.
|