A modo de cuplé carnavalero he
descubierto una cosa en el mundillo de las agrupaciones que
todos los que empiezan se forman en las chirigotas, luego se
consolidan las voces y se pasan a las comparsas. Año tras
año, cuando empiezan a peinar canas y barriguita se van
para atrás, como los cangrejos, para acabar tocando el
bombo y antes de jubilarse de estas fiestas se van a los
coros con la cara como una torta de pan de pueblo.
Yo, cuando me pongo a escribir cosas de este pueblo y me
voy inspirando con mi pluma, viene mi parienta y me va
cambiando del salón a la cocina y de la cocina al cuarto de
la tele. Entre bayeta y fregona no sé donde cono
meterme...
Me dicen mis críticos como se puede escribir, sin hablar de
la bahía, de los golpes de olas en mi bocana, de los
chirrios de las gaviotas, del brillo de la arena en mi
playa de la Ribera, del símil taurino con golpes de la
encrucijá de mis devociones de mi pueblo.
Pues hablemos claro, en nuestro Carnaval que va a comenzar,
sin Carlos García Bernardo,, tenemos que serlo todo el año.
El que está en la comparsa, el que se mueve con la
chirigota y el que se desvive desde abajo del escenario. El
que te pinta el forillo, las modistas y las familias de cada
carnavalero, todo el año, sufriendo la ausencia del
componente de cada agrupación, para después salir a escena
veces que te caben con los dedos de las manos.
No hay mejor premio que el aplauso del pueblo, el que te
pone en tu lugar, el detalle con el compañero, el que te
presta la guitarra, la caja o el bombo, el que te ayuda al
maquillaje, el que guarda silencio, mientras calientas
voces. No hay más guerra que cuando te rompes en el
escenario reivindicando que las letras es periodismo
cantado, afuera somos compañeros y Dios está arriba y no
se queda con nada de nadie, yo que tengo vivencias y mis
historias, para el que las lea, el que se asoma cada día a
mi rincón en El Pueblo de Ceuta,que no daría, yo por subirme
a un escenario y poder cantarle a esta tierra, yo que
investigué a fondo cada copla, cada tipo, cada origen y
definición de cada expresión en una cuarteta, para que me
sirve si al final me quedo sólo con mis coplillas en
silencio, imaginándome la comparsa ,la chirigota mirando
para el gallinero, esos bellos momentos de carnaval. De qué
sirve tanta rivalidad, si cuando hay que ser solidarios nos
unimos por una causa, nos ponemos juntos los carnavaleros
para defender el arraigo y nuestro folklore por esta,
nuestra ciudad, y mira como nos ha pagado Cádiz, con la Meca
de los Ladrillos Coloraos, a mis FENOMENOS le dieron
MATARILE, vuelven al Siete Colinas como LOS HIJOS PRODIGOS.
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