Es lo que parecen mostrar más de
una docena de empleados del Nuevo Hospital, a las puertas
del centro, recién puesto en servicio.
En algún momento ya, y eso que hace pocos días que está en
funcionamiento, de verdad, he escrito sobre este centro
sanitario, y ya es lamentable que siempre haya sido por
defectos en unas instalaciones que han sido deseadas por
todos y necesarias, hasta más no poder, para Ceuta.
Lo malo, en estas instalaciones, y eso suele darse con
frecuencia en las grandes obras que se realizan aquí, es que
antes de ponerse en funcionamiento, se han exhibido “ sus
escaparates”, se ha dicho que “desde ahí al cielo”, pero se
han olvidado de que el Nuevo Hospital está en la tierra y
que para llegar a él hay que tener unos accesos cómodos o
que para quienes trabajan en él debe haber unas estancias
acondicionadas y que les permitan, cuando menos, ir a
tomarse allí un bocadillo o un café, en vez de tener que
llevarse el bocadillo y la Coca Cola de casa, para tomárselo
a la puerta del hospital, como si estuvieran de merienda o
de romería.
Los celadores del Nuevo Hospital, parte muy importante en
este tipo de centros, han comenzado a organizar todas las
mañanas lo que podemos llamar un “desayuno-concentración” a
las puertas del mismísimo hospital.
Eso no es propio de nuestros días, ni de un centro abierto
hace dos semanas. Y es que así están denunciando, tienen sus
razones, que no se les haya proporcionado ni una estancia
para descansar, y que no se disponga de cafetería para el
personal y para los familiares de los enfermos. Otra
chapuza.
No sé qué opinarán de esto los políticos que se vienen
atribuyendo la paternidad de “haberlo engendrado”, “de
haberlo programado”, “de haberlo aprobado” ..., lo que pasa
es que esos políticos, al ir a inaugurarlo oficialmente, van
a estar poco rato allí y en ese tiempo no van a necesitar ni
beber un vaso de agua, además de que van a ir tan bien
acompañados que los accesos estarán libres para que puedan
llegar bien. Esos no tendrán problemas.
Pero no pasa lo mismo con los que, cada día, en su
correspondiente turno, van a pasar allí las horas que tengan
que estar y que, necesariamente, deberán descansar en algún
momento y tendrán que comer su bocadillo o tomarse su café,
por ejemplo.
Por eso, deben haber dicho:”lo mejor es hacerlo al aire
libre, a las puertas, para que se sepa las necesidades que
hay que cubrir”.
Y lo que más me molesta, como residente en Ceuta, desde hace
más de 30 años, es que en vez de estar celebrando que llegó
tarde, pero que llegó el hospital y además a tono con lo que
debe ser el siglo XXI, haya que haber comentado lo de los
quirófanos, en su día, y ahora haya que abordar la situación
de los celadores, sin entrar, eso es de otra parte, en sí
hay suficiente o poco personal. Eso debemos dejarlo para que
lo traten los expertos.
Es cierto que al ser tan diferente al anterior Hospital de
la Cruz Roja, la puesta en funcionamiento está trayendo
problemas, pero de ahí a que sean problemas que puedan
aportar conflictos, va un abismo.
Y no es que vayamos a dar la razón, simplemente por dársela,
a los representantes de los trabajadores, que continúan
criticando la escasez de personal para atender un centro
como este. Ahí no voy a entrar, pero lo que no podemos
silenciar es que se están dando esos
“desayunos-concentración” cada día a las puertas del
hospital.
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