Las reacciones tanto de los empresarios como de los
trabajadores ceutíes ante el programa de ayuda a las
pequeñas y medianas empresas ‘Innoempresas’, por el que
Ceuta recibirá 172.000 euros del Ministerio de Industria,
Turismo y Comercio para potenciar estas PYMES desde la
innovación, han sido favorables, al igual que lo han sido
las del consejero de Economía y Empleo, Guillermo Martínez,
y las del presidente de la Cámara de Comercio, Luis Moreno
Naranjo. Los dueños de empresas y sus trabajadores coinciden
en que este tipo de negocio es el más desprotegido en
tiempos de crisis y el que más precisa de ayudas.
El programa ‘Innoempresas’, dedicado al apoyo de las
pequeñas y medianas empresas ceutíes, contará este año, para
continuar desarrollando su tarea, con la misma cantidad que
el pasado: 172.000 euros que vuelven a estar a disposición
de la ciudad de manos del Ministerio de Industria, Turismo y
Comercio y que no se han rebajado a pesar de la aplicación
del plan de austeridad del Ejecutivo central para combatir
los efectos de la crisis.
Además, el propio Gobierno de Ceuta completará este programa
aportando otros 43.000 euros que alargarán, una vez más, el
presupuesto a los 215.000 euros, lo que conforma de nuevo
una candidad idéntica a la reunida el pasado año 2009.
El programa ‘Innoempresa’, por medio de la aplicación de
tres líneas de ayuda directa; Innovación organizativa y
gestión avanzada, Innovación tecnológica y calidad y
Proyectos de innovación en colaboración o “consorciados”,
todavía está beneficiando a más de 100 PYMES ceutíes y prevé
hacer lo mismo con otras tantas este 2010.
Los empresarios opinan
A la satisfacción manifestada ayer por el consejero de
Economía y Empleo, Guillermo Martínez, respecto a este
programa que en sus palabras permitirá “la mejora de los
sistemas de calidad y de gestión” de las PYMES ceutíes, hoy
se ha añadido la del presidente de la Cámara de Comercio de
Ceuta, Luis Moreno Naranjo, que ha considerado la
continuación de su aplicación para este año como “muy
adecuada, especialmente en estos tiempos de crisis económica
que estamos viviendo: son las pequeñas y medianas empresas
las que más necesitan de este empuje”.
Con la mencionada crisis como sombrío telón de fondo, los
miembros implicados en todos los aspectos de las pequeñas y
medianas empresas ceutíes han valorado como “positiva” esta
medida y en ‘El Pueblo de Ceuta’ hemos salido a la calle
para hacernos con algunas manifestaciones de este
recibimiento tanto de parte de los empresarios propietarios
como de los trabajadores de estas empresas.
Dos años de crisis
Juan Carlos Lehr, dueño y dependiente de la tienda dedicada
a artículos tecnológicos ‘Comercial J. Carlos’, en el Paseo
del Revellín, augura “por desgracia, bastantes años más de
recuperación económica a pesar de que también por suerte ya
las cosas no van a caer mucho más de lo que han caído en
estos dos últimos”, y se manifiesta conforme con que las
empresas pequeñas y medianas sean “las que recojan los
principales frutos de las ayudas que han de otorgar los
gobiernos”.
De la misma manera piensa su “vecino comercial” Antonio
Mata, dependiente del bazar también dedicado a los artículos
tecnológicos ‘Virginia’, que corrobora que “en estos
momentos, son las empresas más pequeñas y desprotegidas las
que más necesitan de estas medidas y acciones”, lo cual
cimienta afirmando que “aunque no está resultando tan cruda
como en el resto de España, y especialmente en lo que es la
península, la crisis también está siendo terriblemente dura
para los comercios de Ceuta”.
Raquel Sánchez, propietaria de la ‘Perfumería Revellín’,
también ofrece su bienvenida al programa ‘Innoempresas’
señalando que “es lógico y justo que las ayudas vayan
dirigidas a las empresas más modestas, ya que en el mundo de
hoy el pez grande casi siempre se come al pequeño y esto es
muy negativo para la economía, tanto para el empresario como
para el empleado y el cliente”.
El dueño del ‘Estanco Baleares’, Miguel Ángel Ferragut,
coincide con sus colegas: “aunque yo soy y siempre he sido
partidario del libre comercio y de la libre competencia,
está claro que es preciso conceder ayudas a todo el que las
necesite”, tras lo que afirma que “todavía está más claro
que una empresa familiar siempre va tener más necesidades
que, por poner un ejemplo, una multinacional con presencia y
dinero en todas partes del mundo”.
Esfuerzo y trabajo
José Luis Marcos, propietario de la empresa dedicada al
mundo de la joyería ‘Marcos Joyero’, se muestra muy
satisfecho ante estas medidas porque “cuando llega una
crisis, una gran empresa tiene mucho más medios para
aguantar el chaparrón que una pequeña; y, si en todo caso
las cosas a la grande le terminan fallando, ésta puede
permitirse el lujo de trasladarse a otro lugar en busca de
unas mejores condiciones para producir y vender”.
Marcos señala además el esfuerzo constante que hacen los
pequeños empresarios y que, según asegura narrando su propia
experiencia, “merece siempre una ayuda y una consideración:
en nuestra joyería trabajamos de sol a sol tres personas, y
nos levantamos y nos acostamos pensado en cómo marchará el
día, la temporada, el año; muchas veces, esto no se tiene en
cuenta”.
“Para nosotros supone muchísimo esfuerzo el sacar adelante
un negocio con la única ayuda de la familia o de unos pocos
trabajadores: nuestras necesidades no son las mismas que las
de las grandes empresas”, concluye el propietario de ‘Marcos
Joyeros’.
Cerca de esta joyería se encuentra una de las librerías más
importantes de Ceuta; la ‘Librería Cervantes’, cuyo
dependiente, Antonio Cárdenas Saborido, señala que el
establecimiento en el que trabaja también ha sufrido
“muchísimo” las consecuencias de la crisis, la cual “muchas
de las grandes empresas ni siquiera llegan a pasar”.
“Las ayudas dirigidas a las pequeñas y medianas empresas no
sólo sirven para mantener un tipo de comercio más
tradicional pero de igual o más calidad que puede terminar
perdiéndose absorvido por los más poderosos, sino que
también contribuye a conservar unos puestos de trabajo que
proporcionan más calidad de vida y que, de perderse,
resultarán irrecuperables”, finaliza el dependiente de la
céntrica librería.
Mari Ángeles Barceló, propietaria de la zapatería ‘Mare
Zapatos’, muy cercana también a la ‘Librería Cervantes’,
pone punto y final a nuestro recorrido comentando que la
crisis está resultando muy dura y que “no son otras sino las
empresas más pequeñas y humildes, las familiares, las que
tienen que recibir la ayuda de los gobiernos: es preciso
procurar para ellas más fondos, más garantías y más
inversiones” que les ayuden a salir adelante en un panorama
en el que “los negocios menos grandes son los que corren más
el riesgo de desaparecer o de ser engullidos”.
El programa ‘Innoempresas’ viene, un año más, a cubrir las
necesidades de los comercios ceutíes más pequeños en una
época en la que la inestabilidad económica parece que,
todavía, va a seguir estando presente.
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