El techo de la cocina y de un dormitorio se desprendió en la
noche del jueves en una vivienda de Recinto Sur con sus
moradores en el interior de la casa, aunque no hubo que
lamentar ninguna desgracia personal. La misma familia
afectada, que ocupa la vivienda de manera irregular, admite
que Bomberos le advirtió que desalojara la vivienda, aunque
no lo ha hecho porque, dice, no tiene otro lugar donde
residir.
El techo de una vivienda de la barriada de Recinto Sur se
vino literalmente abajo en la noche de anteayer jueves con
sur moradores en el interior, aunque ninguno se ha visto
afectado por el siniestro.
Se trata de una vivienda ocupada de manera irregular en el
número 20 de la calle Canalejas desde hace algún tiempo por
un matrimonio y sus dos hijos.
Según explicó a EL PUEBLO la hermana de la familia afectada,
Laila Mohamed, el desprendimiento se produjo sobre las once
de la noche del jueves, concretamente en el techo de la
cocina y del dormitorio de matrimonio, donde suelen dormir
los dos pequeños.
Mohamed prosiguió apuntando que el desprendimiento no
ocasionó un disgusto mayor por una cuestión de segundos.
“Acababan de salir de la habitación para darle el biberón a
uno de los niños, que afortunadamente se encontraba en el
salón”, detalló la hermana.
Caso omiso
El servicio de bomberos hubo de acudir al lugar de los
hechos y revisar las habitaciones que se habían visto
afectadas por el desprendimiento. También aconsejaron a la
familia afectada que desalojaran la vivienda por motivos de
seguridad. Sin embargo, esta ha preferido mantenerse en el
interior de la vivienda. “Nos hemos quedado en una
habitación más o menos segura porque no tenemos a dónde ir”,
señaló Laila Mohamed.
La hermana de los ocupantes de la vivienda aseguró que se
trata de una vivienda declarada en ruina y que están en
contacto con los servicios sociales de la Ciudad Autónoma
para que les proporcione una casa que revista las mínimas
condiciones de habitabilidad.
El matrimonio que reside en la casa tiene un hijo de seis
años y un bebé, y carece de recursos para acceder a otra
vivienda. La cuestión es que como no posee contrato de
alquiler para residir en esta casa tampoco tiene propietario
a quien reclamarle por la situación padecida.
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