Después del calor caribeño,
guantazos de frío siberiano. El cuerpo no está, a estas
alturas de la vida, para cambios tan temperamentales del
clima.
Lógico que agarre un constipado de campeonato.
Si por las Américas impera el estilo bananero para gobernar
un país, aquí en España tenemos varios estilos, mezclas de
imperatores romanos, senectudes de ágoras y conspiradores
marca Sade.
Actitudes negativas para el país de todos los señores
políticos que no tienen poltrona en palacio.
La ilusión del presidente del Gobierno por fraguar un pacto
del Estado que saque al país de la crisis, sin llegar a ser
como la griega ya es crisis, queda rota por la actitud del
PP que acaba de levantar un muro inaceptable.
Todo el esfuerzo derrochado por el PP para derrocar al
presidente del Gobierno queda patente en la destrucción
económica del país. No olvidemos que el PP derrochó cientos
de millones en la campaña de destrucción masiva del Gobierno
con la recogida de firmas para no recuerdo qué cosas.
Las propuestas peperas denotan signos tiranos para conseguir
una situación amo-esclavo intolerable en ésta época, y en
todas las épocas.
Aquel chantaje de cierto empresario al Gobierno –o baja los
impuestos o cerramos- ha sido asumido por el PP de manera
tan clamorosa que destruye el “glamour” de sus componentes.
No hacen más que mirarse el cipote. Tan flácido como siempre
pero alegre con las amantes.
Tenemos un mal perenne: la envidia, a la que se le suma la
codicia.
Rajoy no está para gobernar el país. Quiere hacerlo suyo, de
su propiedad sin escrituras ni demás zarandajas.
No podemos dejar de lado que el PP es responsable de dos
millones de parados, herencia del 2004.
Es culpable de poner en peligro la estabilidad del país
culpando a jueces, policías y Gobierno.
Es culpable de la mayor crisis económica al apoyar las
ayudas a los bancos.
En definitiva que el PP es un partido destructor,
destructivo y lesivo para el conjunto de la ciudadanía del
país al tener conciencia de que su interés es únicamente
personal.
Está muy claro. Cómo van a firmar un pacto, los peperos,
cuando se sustentan en la crisis para cosechar votos. Cuanta
más crisis y más parados, creen disponer de más votos.
Como gobiernen, entonces sí seremos igual o peor que Grecia.
Estan jugando, como podemos deducir, la baza de la
abstención. Creen que su camino hacia la Moncloa se allanará
si consiguen desmotivar a los ciudadanos para que acudan a
las urnas.
Su plan no es ilusionar a la ciudadanía con salida de la
crisis y enriquecimiento de todos, eso jamás, sino en que el
desencanto de los votantes socialistas hundan al PSOE. Como
los militantes peperos son fieles, siempre que haya dinero
por medio, tendrán sus votos agarrados…
Como siempre. Son manipuladores hasta el asco. Consiguen
engañar al ciudadano con datos de porcentajes que consiguen
con encuestas encauzadas hacia sus simpatizantes, en mayor
grado, por cuanto la primera pregunta de los encuestadores
es… ¿Vd. es del PP?, así van las cosas.
Como ejemplo de que los peperos serán incapaces de superar
la crisis en caso de que nos gobiernen están en las dos
autonomías que llevan de las riendas.
¿Por qué no nos explican sus medidas milagrosas y el por qué
no las aplican en las autonomías que gobiernan?
Las Comunidades de Valencia y Murcia son las campeonas en
paro, la de Madrid es claramente un déficit público
descomunal… y eso que no gastan en políticas sociales, ni
educativas, lo que de rigor deberían gastar (ejemplo las
personas dependientes sin asistencia, los ordenadores en las
escuelas, etc.).
Es una obviedad.
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