Algún día habrá llegado a su fin y
podrá lucir sus galas esa obra que un día comenzó y es de
suponer que pronto, podamos decir que ha concluido, me
refiero a La Manzana del Revellín.
Y tendrán que pasar muchos años, dudo que mi generación
llegue a saberlo, hasta que un día se sepa, de verdad,
cuanto ha costado, habrá costado, a Ceuta todo ese complejo,
que ahora mismo no sé si será sólo cultural, o llevará algo
más aparejado.
Ha pasado ya mucho tiempo desde sus comienzos, más todavía
desde que comenzó a planearse, pero la mente que iluminó esa
idea tiene que ser una mente con aires de grandeza, más que
aires huracanes, de otra forma no se explica ésto, aquí y
ahora.
Veo que el autor del proyecto, Álvaro Siza volverá a Ceuta
los próximos días para el fin de la obra del conservatorio.
Con él volverá el proyecto y permanecerá en Ceuta un par de
días, en el comienzo de la próxima semana, para comprobar in
situ el estado de la obra, pero lo que no veo, ni en el
ambiente, ni en los más interesados es esa ilusión que
podría haber cuando se va a concluir, muy pronto, la obra
más importante, al menos por el coste, de las hechas en el
último siglo en Ceuta.
Y si hasta ahora ha costado ..., aunque se llegue al final
del edificio no estarán terminados los gastos, porque habrá
que entrar en uno de los capítulos más costosos, el del
mobiliario, y ahí habrá que poner no lo que se le ocurra al
concejal de turno, porque a él le guste más, sino un
mobiliario a tono con la obra y a tono con el uso que se va
a hacer de ella.
Con todo esto, ahora ya habrá que entrar en otro de los
capítulos como es el de la adjudicación del suministro de
ese mobiliario, para un edificio que no puede quedar de
cualquier forma.
Miedo me da. Así como suena. Y me da miedo porque si el
asesor del mobiliario, técnico en la materia, es de fuera,
malo, pero si es alguien de aquí que se hace técnico en tres
días, la cosa puede ser peor. Tiempo al tiempo.
Y es que nunca unos metros cuadrados, los que sean, en el
centro de una ciudad han movido tanto como vienen moviendo
los metros que conforman La Manzana del Revellín, a la que
alguien, al principio mismo, dio el primer buen bocado y se
marchó fuera, y yo no descarto que al final, para que deje
buen sabor de boca haya quien dé otro bocado más, porque una
“manzana” siempre debe dejar buen sabor.
Estamos, pues, a muy pocos días de que se hayan podido
entregar los edificios D y E, seguramente que antes de
finalizar este mismo mes, puesto que los responsables del
proyecto, supervisado por Procesa, esperan que estos dos
inmuebles se hayan podido entregar antes de que comience el
mes de marzo.
Si hay esta entrega, ya se habría logrado, tras una primera
del aparcamiento subterráneo, que las obras, poco a poco,
vayan yendo a su justo sitio. En enero fue la apertura del
aparcamiento subterráneo, ahora van a ser los edificios que
conforman el centro de enseñanzas musicales y quedaría para
el próximo mes de septiembre, buena época, y más cerca ya de
unas nuevas elecciones, la entrega del Auditorio.
Por lo que respecta al mobiliario, yo decía que me da miedo
y tengo mis razones, porque, de momento, eso de momento,
Procesa ya ha destinado un presupuesto de 250.000€, eso para
empezar, luego en su día se habrá terminado. Lo que hace
falta es que un día se termine de verdad.
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