Además de celebrar el 304 Aniversario de su creación, el
Regimiento de Caballería Acorazado ‘Montesa número 3’
celebró ayer, en el Acuartelamiento ‘Coronel Galindo’, la
renovación de su Hermanamiento con la Orden de Montesa. El
acto estuvo presidido por S. A. R. Carlos de Borbón-Dos
Sicilias y contó con la ofrenda de una corona de laurel por
los caídos luchando por España portada por el Lugarteniente
General de la Orden de Montesa y por el Coronel Jefe del
‘Montesa número 3’.
El Regimiento de Caballería Acorazado ‘Montesa número 3’
celebró ayer el 304 Aniversario de su creación y la
Renovación de su Hermanamiento con la Orden de Montesa en un
acto especial en el Acuartelamiento ‘Coronel Galindo’ que la
potente lluvia que estuvo cayendo durante casi toda la
mañana no fue capaz de deslucir.
El cabeza de la celebración fue S. A. R. el Infante de
España Carlos de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma, que ya
presidió, en el año 2006, el Tercer Centenario de la
Fundación del regimiento.
A las 12:00 horas dió comiento el solemne acto con la
puntual llegada de Su Alteza Real al acuartelamiento, tras
la que recibió, de manos de su Comandante General, el bastón
de mando con el que comenzó a dirigir la conmemoración, en
la que estuvieron presentes el presidente y alcalde de la
ciudad, Juan Vivas, y el Delegado del Gobierno, José
Fernández Chacón.
Don Carlos de Borbón-Dos Sicilias pasó primeramente revista
a las unidades presentes en el acto, tras lo cual ofreció
sus saludos a las autoridades civiles y militares de la
ciudad y al resto de invitados que asistieron.
Una vez que el Comandante Jefe de la Fuerza solicitó a Su
Alteza el permiso para iniciar el desarrollo del evento, se
procedió a la lectura del acta que acredita el Hermanamiento
del Regimiento de Caballería ‘Montesa 3’ con la Orden de
Montesa, que vino acompañada de la lectura del documento que
certifica la creación de dicho regimiento.
Logros del regimiento
La secuencia continuó con la emotiva alocución del
Lugarteniente General de la Orden de Montesa, Frey Rafael de
la Brena y Sanchiz, que brevemente rememoró hechos
históricos heróicos protagonizados por la Orden como el
combate del sexto Maestre Frey Don Rumeu de Corberá en 1410
contra los insurrectos de Cerdeña y Sicilia y posteriormente
contra los genoveses para propiciar el dominio aragonés
sobre Nápoles, el socorro otorgado a la Isla de Rodas,
guarnecida por la Orden de San Juan cuando fue sitiada por
los turcos, o la contribución al fin de las guerras con
Granada.
También tuvieron su lugar correspondiente en la alocución
los hechos más recientes de la Orden. El primero en ser
alabado fue el despliege de cuatro meses efectuado en el año
2007 después de afrontar el “importante reto” de la
preparación de un escuadrón ligero, donde se realizó “una
magnífica labor defendiendo los intereses asumidos por
España más allá de nuestras fronteras”, tras lo que el
General de la Orden hizo mención a lo que consideró otro
reto de importancia: la incorporación, hace unos escasos dos
años, de los nuevos carros de combate Leopard.
La última mención especial del discurso estuvo dedicada al
personal del regimiento que se encuentra apoyando misiones
internacionales en Bosnia, tanto en Sarajevo como en Mostar,
y también en el Líbano.
La alocución finalizó con el agradecimiento a S. M. el Rey,
Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas y Gran Maestre de las
Órdenes Militares, por haber designado a Su Alteza Real el
Infante Don Carlos de Borbón-Dos Sicilias para ostentar Su
representación en este “brillante y emotivo acto”.
Los demás agradecimientos estuvieron dirigidos al Ilmo. Sr.
Coronel Jefe del Regimiento Don Alberto González Revuelta
“por todas las atenciones recibidas”, a las representaciones
enviadas por las instituciones y las corporaciones y a los
caballeros de las órdenes militares que estuvieron presentes
en el acto.
Homenaje
Las palabras del Lugarteniente de la Orden de Montesa dieron
paso a la tradicional entrega del sable por su parte al
Coronel Jefe del Regimiento de Caballería, Don Alberto
González Revuelta, tras lo que se procedió a la apertura del
solemne homenaje a los que entregaron su vida por España.
La tradicional ofrenda de la corona de laurel vino
encabezada por sus portadores, el Lugarteniente General de
la Orden de Montesa, Frey Rafael de la Brena y Sanchiz, y
por el Coronel Jefe del Regimiento de Caballería Acorazado
‘Montesa número 3’, Alberto González Revuelta.
Flanquearon el lugar del ofrecimiento los dos tradicionales
soltados ataviados con los uniformes de época que rememoran
el pasado del regimiento y de la orden, mientras que la
canción ‘La muerte no es el final’, entonada por los
caballeros presentes, envolvió al homenaje.
Agradecimientos
Una nueva alocución, esta vez de Don Alberto González
Revuelta, cerró la celebración. En su discurso final, el
Coronel Jefe del Regimiento ‘Montesa número 3’ dió su
“sincero y respetuoso” agradecimiento a Su Alteza Real
Carlos de Borbón-Dos Sicilias por presidir el acto
ostentando la representación de Su Majestad el Rey Don Juan
Carlos I, a los caballeros de las órdenes militares que “nos
acompañan y, en especial, a los de la Orden de Montesa”, a
las autoridades, familiares y amigos que estuvieron
presentes en la celebración y al Lugarteniente de la Orden
de Montesa por el sable recibido, que es “una muestra
palpable de los vínculos de hermandad, afecto y
consideración existentes entre la orden y el regimiento”.
Seguidamente, el Coronel se dirigió a los jinetes del
‘Montesa número 3’ para manifestarles su orgullo por la
pertenencia a “una unidad que durante más de tres siglos se
ha dedicado exclusivamente a servir, de forma generosa, a
los intereses de España” y cuyos miembros, “a lo largo de
todo este dilatado periodo han lucido siempre con orgullo el
símbolo de la Orden de Montesa”.
Don Alberto González Revuelta señaló que la Orden constituye
“todo un referente” para el Regimiento, y alabó su estilo de
vida “profundamente comprometido con sus creencias, una
forma de ser que da culto a las virtudes de lealtad, valor y
entrega”, unos valores que ha asegurado que conforman “la
verdadera identidad del ejército”.
La solemne celebración concluyó con la retirada del
Estandarte y el desfile final a pie y animado por el Himno
de Caballería de la fuerza participante tras su dislocación
para ocupar el lugar de inicio, tras el cual Su Alteza Real
Carlos de Borbón-Dos Sicilias realizó el saludo a las líneas
de mandos para, posteriormente, despedir al personal fuera
de formación desde el centro del patio.
Composición de la fuerza
La fuerza militar que participó en la celebración estuvo al
mando del Teniente Coronel de Caballería Don Tomás del Cojo
López y estuvo compuesta por la Escuadra de Batidores, la
Banda del Regimiento de Caballería Acorazado ‘Montesa número
3’, los músicos de la Comandancia General de Ceuta y la
representación del Escuadrón de Carros.
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Un Regimiento y una Orden hermanados y llenos de historia
La Orden de Montesa fue creada en
el siglo XIV por el rey Jaime II de Aragón, que le cedió el
Castillo de Montesa en territorio valenciano, entonces
frontera con la zona dominada por los sarracenos. El
Regimiento de Caballería Acorazado ‘Montesa número 3’ nació
en 1706 en el Puerto de Santa María para contribuir, en la
Guerra de Sucesión, a la instauración borbónica del rey
Felipe V.
La Cruz Roja llana de San Jorge, símbolo de la Orden de
Montesa, ha sido el emblema usado a su vez por el Regimiento
de Caballería de Montesa, así como su lema “In hoc signo
vinces” (Con esta señal vencerás). La Orden y el Regimiento
cambiaron al unísono su Cruz cuando en 1913 Su Majestad el
Rey Alfonso XIII dispuso que el distintivo de Montesa fuese
la fusión de la primitiva negra flordelisada con la roja
llana, fusión que es su símbolo actual.
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