Los pantanos están rebosantes de recursos hídricos y han
empezado a desalojar agua y a enviarla al mar. Según ha
podido saber EL PUEBLO, el embalse del Renegado está
evacuado agua desde el pasado 27 de enero y El Infierno
comenzó a hacerlo el pasado lunes. La cantidad estimada de
agua que se evacua por el aliviadero de los pantanos cada
día asciende a los 5.000 metros cúbicos, un volumen que se
aproxima a lo que se aporta diariamente a la red de
suministro de la ciudad. Esto eleva el debate sobre la
conveniencia de parar algún módulo de la desaladora para
ahorrar un recurso que hace sólo tres meses era escaso.
Tras la carestía de agua para el suministro que caracterizó
el otoño, que obligó a la Ciudad a trasvasar recursos
hídricos en un buque aljibe desde la otra orilla del
Estrecho, las lluvias de diciembre y enero han dado un
vuelco a la situación y ahora se vive una coyuntura de sobre
abundancia, que está obligando a los pantanos de Ceuta a
desalojar agua diariamente y evacuarla en el mar.
Según ha podido saber este periódico, el mayor de los
pantanos ceutíes, El Renegado, que recibe aportaciones no
sólo de las lluvias sino también del Arroyo de las Bombas,
está evacuando agua desde el pasado 27 de enero, mientras El
Infierno empezó a desembalsar el pasado lunes.
Considerando que la planta desalinizadora sigue produciendo
22.000 metros cúbicos de agua diarios, que los manantiales
aportan a los embalses 12.000 metros cúbicos cada día, y que
la ciudad consume en una jornada un promedio de 29.000
metros cúbicos, se puede estimar que la cantidad de agua que
se está arrojando al mar ronda los 5.000 metros cúbicos.
Aunque, como ya se ha señalado en reiteradas ocasiones por
parte del Gobierno municipal y de la empresa municipal de
aguas, Acemsa, la Ciudad no desembalsa. Simplemente, rebosan
los pantanos y el agua que sobra se desaloja a través de un
aliviadero que cuando entra al arroyo del Infierno acaba
formando parte del mar.
A día de ayer, la cantidad de agua embalsada por los dos
pantanos ascendía a 2.289.680 metros cúbicos. Por separado,
El Renegado acumula 1.635.414 metros cúbicos y El Infierno
654.266. Es decir, que los embalses ceutíes se encuentran al
cien por cien de su capacidad y no admiten ni una gota de
agua más.
Que se esté arrojando al mar cada día casi la misma cantidad
que los pantanos aportan a la red de abastecimiento reabre
el debate sobre la conveniencia de parar algún módulo de la
planta desaladora para reducir su producción y suplir esta
parte del suministro con más agua de la embalsada. Sin
embargo, esta es una decisión que sólo corresponde a Acemsa.
En su última comparecencia, el gerente de la empresa
municipal, Manuel Gómez Hoyos, apuntó que la paralización de
alguno de los bastidores de la desaladora sería una decisión
que se tomaría día a día y siempre a la sazón de los
correspondientes informes técnicos. Cada metro cúbico de
agua desalada cuesta al ciudadano 0,75 euros.
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