El magistrado del Juzgado de lo Penal número 2 suspendió
ayer el juicio que encausaba a seis personas por un tiroteo
producido en el Puente del Quemadero en 1997 y a los que
imputaban delito de lesiones y de obstrucción a la Justicia.
Suspensión motivada por la falta de un forense propuesto por
la acusación particular. Además, el titular decretó el
archivo de la causa contra uno de los imputados.
La ausencia de uno de los forenses que no pudo asistir al
juicio por causas médicas, propuesto por la acusación
particular, fue el motivo que llevó ayer al magistrado del
Juzgado de lo Penal número 2 el juicio que sentó en el
banquillo de los acusados a seis personas por el tiroteo
producido en el Puente del Quemadero en 1997.
Además, el titular de la Sala decretó el archivo de la causa
contra uno de los imputados al considerar que no tenía
ninguna participación en los hechos denunciados y que el
Ministerio Fiscal ha calificado como un delito de lesiones y
obstrucción a la Justicia, por los que pide cinco años de
prisión para cada uno de los cinco imputados restantes y una
indemnización para el denunciante de 10.000 euros. Penas a
las que se adhiere el letrado de la acusación particular que
sólo modificó la cuantía de responsabilidad civil, por la
que solicita a los procesados la suma de 40.000 euros por
daños físicos y morales.
Por su parte, los abogados de la defensa mantienen la
petición de libre absolución de sus clientes, no sólo por
las declaraciones de los mismos, que niegan rotundamente
haber participado en el tiroteo, sino por las declaraciones
vertidas por cuatro testigos presenciales que dicho día se
encontraban en la zona y que no identificaron a ninguno de
los encausados. Según las diligencias del caso, estos
testigos no reconocieron a través de fotografías a los
acusados y aseguraron “que no tendríamos dudas porque iban
descubiertos”, añadiendo que se trataba de ciudadanos
marroquíes.
Sin embargo, el Ministerio Público defiende que sobre las
once y media de la noche de aquel 22 de octubre de 1997, los
imputados interceptaron el vehículo del denunciante, le
arrastraron hacia un barranco cercano, le tirotearon con un
arma de fuego y otros tres procesados retuvieron con
amenazas a los tres acompañantes de la supuesta víctima.
Cabe recordar que dichas actuaciones se archivaron en el año
2000 y se reanudaron en el 2005 tras recurrirlas la
acusación particular.
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