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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 10 DE FEBRERO DE 2010

 
OPINIÓN / EL ANÁLISIS

Carlos Orúe otro ex del Ceuta

Por Jesús Carretero


La cuerda se ha vuelto a romper por la parte más débil y como en el Ceuta su directiva no tenía que ser original, en absoluto, ha hecho lo que hubieran hecho el 90% de equipos en este caso

La directiva del Ceuta ha decidido cargarse al entrenador para que los pocos espectadores que van al campo de fútbol los domingos que juega el Ceuta no vuelvan la mirada y el abucheo hacia el palco. El miedo es libre y cada uno tiene lo que quiere.

Se veía venir

El mes de enero, especialmente tras la derrota del Ceuta en Melilla, no ha sido nada bueno para Carlos Orúe que, incluso, habiendo sacado los partidos de casa y alguno de fuera, incluso habiendo goleado en Alfonso Murube, aunque fuera al colista Jerez, tuvo que soportar y oír insistentemente esa cantinela, varias veces repetida de:”Orúe vete ya”.

A nadie se le oculta que en la grada el entrenador no tenía simpatías en ciertos sectores, especialmente en los últimos tiempos, y tras los descartes del mercado de invierno, en los que, naturalmente, algo habrá tenido que decir, hubo quien le puso en el disparadero hasta que ha terminado saliendo, casi un año después de haber vuelto a Ceuta para suplir al anterior entrenador, Benigno Sánchez.

La “maleta de ruedas” la trajo Carlos Orúe y cualquier entrenador, aquí o fuera, la tiene siempre dispuesta, aunque no sea toda la culpa del propio entrenador, ni mucho menos, de los malos resultados.

Los jugadores de “rositas”

Antes que el entrenador, tendrían que haber salido, además de algunos que ya se fueron, otros que se han quedado y que parece que tienen “bula” para vivir “la noche de Ceuta”, aunque luego no puedan con las botas sobre el terreno de juego, y el domingo vimos parte de eso, a lo largo del encuentros frente el Betis B.

Si ahora, tras “haber cortado la cabeza” del técnico, se deja que sigan haciendo lo que quieran algunos de los jugadores, por las noches hasta altas horas de la madrugada y si se tolera su falta de rendimiento los domingos sobre el césped, es que o no se sabe por donde se va, o es que están jugando a algo tan peligroso como no ver lo que de verdad rodea al equipo.

No se me oculta que los jugadores son jóvenes y que están en mejor situación que otros jóvenes de su edad, al menos en cuanto al sueldo, pero tampoco debe ocultársele a nadie y menos a la directiva, que los jóvenes de Ceuta o de mi pueblo que tienen trabajo cobran de su empresa y de las ganancias de esta, mientras que los jugadores del Ceuta están cobrando del Ceuta al que la Ciudad, o todos los que pagamos impuestos, estamos subvencionando.

En la primera batalla el perdedor ha sido Carlos Orúe, la guerra ya veremos quien la gana, porque lo que no debe olvidar el palco es que ya el pasado año, casi a finales de temporada, un grupo, aunque no muy numeroso, miró y más que miró hacia allá.

Otro coste que no estaba programado

Y ya hay más de uno. Jugadores a los que hay que pagar y no van a estar jugando. Fichajes para dar el último tirón a ver lo que sale, y ahora un nuevo compromiso, que no va a ser el más barato.

No sé si un día se va a llegar a decir lo que realmente ha costado el equipo este año, pero tirando de un lado y volviendo a tirar del otro, de lo programado inicialmente a lo gastado al final tiene que haber una buena diferencia, lo que indica que no hay rigurosidad a la hora de manejar unos dineros que no son producidos por el club, sino que son “regalados” y nunca mejor dicho, desde la “santa casa madre” o, incluso, desde entidades cercanas a ella.

Y de esto no tienen la culpa ni los jugadores que han venido nuevos, ni el técnico que llega para sustituir a Carlos Orúe, de esto los responsables son los dirigentes del club, que no reforzaron el equipo en su día para ser competitivo de verdad o cuando han visto lo que hay han procurado salvar su piel, antes que nada, cueste lo que cueste, con la particularidad de que se acaba de reforzar el equipo a gusto del entrenador, y ahora se cambia de entrenador. Es el despelote.

De los jugadores que han sido baja ahora, alguno lo tendría que haber sido en el verano. El entrenador si es que valía al terminar la pasada temporada, también valdría ahora, porque ni antes era muy risueño, ni ahora, precisamente ahora, se ha vuelto más serio. Con lo que todo lo que le puedan achacar ahora se lo podrían haber achacado antes y a él no le hubiera faltado equipo, con lo que todos hubieran quedado tan amigos.

El Ceuta de ayer a hoy

Y como hay desmemoriados, o para ser más finos, hay gente que padece de amnesia, debemos decir que aquí además de Carlos Orúe el otro que ha perdido credibilidad ha sido Antonio García Gaona que fue el principal valedor, con todo lo bueno y lo menos bueno que hubiera en ello, de Carlos Orúe.

En la banda contraria, porque estamos en fútbol, y dentro de la directiva hay quien se está frotando las manos, porque ahora “su amigo” podrá traer si no a quien pensó en principio, sí a otro de su cuerda. Es lo suyo en estos casos.

Ahora bien, especialmente para esos que padecen de amnesia, el equipo que deja Carlos Orúe queda en 5ª posición y con los mismos puntos que el cuarto, mientras que el que él cogió estaba mucho más bajo y más distanciado de los puestos de play off.

Las situaciones son distintas y es que cuando llegó Carlos Orúe faltaban nueve jornadas, si no estoy padeciendo yo también de amnesia, y todos sabemos que para la “media distancia” el técnico jerezano es de lo mejorcito, mientras que cuando tiene que bregar toda la temporada con la misma gente, como él no se hace el “grasioso”, hay a más de uno que le llega a cansar, a molestar o a aburrir de tanto insistir en hablar de fútbol y de tener el fútbol como plato único, sin “copas” de entretenimiento.

A corto plazo el nuevo entrenador lo va a tener complicado, porque viene una parte del calendario que no es la mejor, pero a catorce encuentros vista, ya tendremos ocasión de comentar si se ha dado en la diana, o si terminamos, otra vez, con ese “casi”,pero sin llegar.

El primer toque y sin poder andar dándole muchas más vueltas está este fin de semana en Granada, luego ya veremos.
 

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