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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 10 DE FEBRERO DE 2010

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Lo que faltaba
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

He dicho en multitud de ocasiones y lo sigo manteniendo, que para mí la Guardia Civil es el cuerpo de seguridad al que profeso el mayor de los respetos, porque, a lo largo de su historia, siempre han sabido estar en su sitio, siempre actuaron con total entrega y hoy mismo, cuando parece que todo aquello que está en torno a un uniforme es, a veces, visto con sentidos muy diferentes, al tratarse de la Guardia Civil nos encontramos con el más claro síntoma de respeto y admiración.

Y repito esto, porque veo, con sorpresa, que los guardias civiles que hace muy pocos días tuvieron que dar alcance a un “presunto delincuente”, que se escapó del Palacio de Justicia, esposado y todo, ahora los tres guardias civiles han sido citados a declarar como “encartados”, por la Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta.

Y uno, desde fuera de un despacho, viviendo la realidad más palmaria del día a día en la calle, tiene que decir:”¿Qué pueden aportar estos hombres más que haber logrado detener a quien ante la propia Justicia y ante la propia Guardia Civil trató de fugarse, estando, incluso, esposado?”.

Particularmente, no creo que sea más que una declaración para valorar su acción y demostrar, una vez más, que han sabido cumplir con su misión, otra cosa, si es que hubiera algo en contra de ellos, sería el ir contra la razón y contra la entrega de aquellos que están siempre ahí, en su justo sitio.

Esta actitud de la Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta ha producido extrañeza en propios y ajenos, especialmente porque, parece que ese término de “encartados” se acerca en la propia Guardia Civil al de “imputados” y por esas no podemos pasar.

Y es que la realidad, en el servicio, no en el despacho, está en que un individuo, esposado por más señas, dentro del Palacio de Justicia, haciendo todo lo posible para zafarse de esa situación, embiste contra el guardia civil que le acompaña, trata de huir, el propio guardia civil que está a su lado y otros dos guardias civiles más logran retenerlo. En definitiva, han cumplido con su cometido. No le dejaron escapar y ... ¿Qué más se les puede pedir?.¿Estaban ellos en el pensamiento del “presunto” delincuente?. Sigo sin entenderlo.

Si en las inmediaciones de Justicia hay quien ha mostrado su “sorpresa”, que no es poco, ya me dirán qué podemos mostrar quienes somos ajenos a la Justicia y a la Guardia Civil, al ver que un día, en cualquier momento, a uno de esos hombres que arriesgan su propia integridad, ante individuos como este que se quiso fugar, como todo agradecimiento y toda recompensa se le cita como “encartado”. ¿Por qué?.

Circunstancias de este tipo, de que esposado y todo intente escaparse, no suelen darse a diario, a pesar de que quienes tienen todo perdido tratan de encontrar algún punto de escape sin mirar a costa de qué lo hacen.

Yo al mirar hacia esa parte, aunque lo repudie, comprendo que un individuo de ese tipo intente el más difícil todavía, para, a su manera, tratar de liberarse de su situación, pero lo que no voy a comprender jamás es que unos servidores del orden, tras haber cumplido con su cometido pasen por una situación embarazosa. Eso, de verdad, ni lo comprendo ni lo comprenderé jamás, porque comprender eso, por mi parte, sería aceptar que ser honrado no merece la pena.
 

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