He dicho en multitud de ocasiones
y lo sigo manteniendo, que para mí la Guardia Civil es el
cuerpo de seguridad al que profeso el mayor de los respetos,
porque, a lo largo de su historia, siempre han sabido estar
en su sitio, siempre actuaron con total entrega y hoy mismo,
cuando parece que todo aquello que está en torno a un
uniforme es, a veces, visto con sentidos muy diferentes, al
tratarse de la Guardia Civil nos encontramos con el más
claro síntoma de respeto y admiración.
Y repito esto, porque veo, con sorpresa, que los guardias
civiles que hace muy pocos días tuvieron que dar alcance a
un “presunto delincuente”, que se escapó del Palacio de
Justicia, esposado y todo, ahora los tres guardias civiles
han sido citados a declarar como “encartados”, por la
Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta.
Y uno, desde fuera de un despacho, viviendo la realidad más
palmaria del día a día en la calle, tiene que decir:”¿Qué
pueden aportar estos hombres más que haber logrado detener a
quien ante la propia Justicia y ante la propia Guardia Civil
trató de fugarse, estando, incluso, esposado?”.
Particularmente, no creo que sea más que una declaración
para valorar su acción y demostrar, una vez más, que han
sabido cumplir con su misión, otra cosa, si es que hubiera
algo en contra de ellos, sería el ir contra la razón y
contra la entrega de aquellos que están siempre ahí, en su
justo sitio.
Esta actitud de la Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta
ha producido extrañeza en propios y ajenos, especialmente
porque, parece que ese término de “encartados” se acerca en
la propia Guardia Civil al de “imputados” y por esas no
podemos pasar.
Y es que la realidad, en el servicio, no en el despacho,
está en que un individuo, esposado por más señas, dentro del
Palacio de Justicia, haciendo todo lo posible para zafarse
de esa situación, embiste contra el guardia civil que le
acompaña, trata de huir, el propio guardia civil que está a
su lado y otros dos guardias civiles más logran retenerlo.
En definitiva, han cumplido con su cometido. No le dejaron
escapar y ... ¿Qué más se les puede pedir?.¿Estaban ellos en
el pensamiento del “presunto” delincuente?. Sigo sin
entenderlo.
Si en las inmediaciones de Justicia hay quien ha mostrado su
“sorpresa”, que no es poco, ya me dirán qué podemos mostrar
quienes somos ajenos a la Justicia y a la Guardia Civil, al
ver que un día, en cualquier momento, a uno de esos hombres
que arriesgan su propia integridad, ante individuos como
este que se quiso fugar, como todo agradecimiento y toda
recompensa se le cita como “encartado”. ¿Por qué?.
Circunstancias de este tipo, de que esposado y todo intente
escaparse, no suelen darse a diario, a pesar de que quienes
tienen todo perdido tratan de encontrar algún punto de
escape sin mirar a costa de qué lo hacen.
Yo al mirar hacia esa parte, aunque lo repudie, comprendo
que un individuo de ese tipo intente el más difícil todavía,
para, a su manera, tratar de liberarse de su situación, pero
lo que no voy a comprender jamás es que unos servidores del
orden, tras haber cumplido con su cometido pasen por una
situación embarazosa. Eso, de verdad, ni lo comprendo ni lo
comprenderé jamás, porque comprender eso, por mi parte,
sería aceptar que ser honrado no merece la pena.
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