El Consejo de Gobierno de la Ciudad dio ayer el visto bueno
a cinco convenios sanitarios por valor de 567.000 euros. Los
programas, incluidos dentro del Plan de Salud de la
Consejería, se dirigen a la atención de drogodependientes,
mayores y enfermos en fase terminal y sus familiares y
reflejan los “compromisos” del Gobierno al margen de sus
competencias.
El Gobierno de la Ciudad, dentro de su Plan de Salud, aprobó
ayer cinco convenios de carácter sanitario por valor de
567.000 euros. Los programas van dirigidos a la atención de
drogodependientes, de personas mayores y de enfermos en fase
terminal. Estas medidas reflejan, según destacó la portavoz,
Yolanda Bel, el “compromiso” del Ejecutivo en esta materia
“al margen de las competencias”, que corresponden al
Instituto Nacional de Getsión Sanitaria (Ingesa).
De acuerdo con los datos ofrecidos por Bel, el primero de
los acuerdos, destinado a actividades asistenciales y de
rehabilitación de toxicómanos, incluidos aquellos que
cumplen condena en prisión y tanto para menores como
adultos, tiene un presupuesto de 61.000 euros y está
suscrito con Cruz Roja.
Por otra parte, la Ciudad mantiene un programa para la
atención de inmigrantes del CETI, dotado con 40.000 euros y
que se centra en la educación sexual, de la que “normalmente
carecen en sus países de origen”. A este se suma un plan de
intervención y prevención del consumo de drogas en ámbitos
no formales, que desarrolla la unidad móvil UTIME, con una
partida de 137.000 euros.
Para la realización, con personas mayores, de actividades de
psicomotricidad, estimulación y descanso, entre otras, se
han destinado 187.000 euros. En este programa se atiende a
25 usuarios a quienes se adapta de forma “individualizada”.
Por último, se destinan 142.000 euros a los cuidados
paliativos, tanto domiciliarios como en el hospital.
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