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OPINIÓN - SÁBADO, 6 DE FEBRERO DE 2010

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Buena iniciativa
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

No es porque yo me dedique y me haya dedicado, desde hace más de cuarenta años a la enseñanza, es porque creo que una sociedad sin formación es una presa fácil para ser manejada y llevada hacia donde cuatro listos ponen la vista, a cada instante.

Por esto me parece una buena idea, mejor dicho excelente idea, que el Estado vaya a aportar casi 800.000€ para crear 214 plazas de Educación Infantil.

Por aquí se comienza, pero ese comienzo que sea sólido, no basado en cuatro “propagandas” buscadoras de votos y que luego esa Educación, sea otra vez un timo.

Y hay más, como parece que la Ciudad también va a destinar algo más de medio millón al convenio que mantiene con el Ministerio, estará, en gran parte, garantizada, para más de doscientos chavales, la escolarización temprana y se habrá podido subir un escalón, si así se han transformado ciertas guarderías en escuelas infantiles.

De una tacada, y aunque siempre harán falta más, se habrán habilitado 214 nuevos puestos escolares.

Desde mi punto de vista y conociendo lo que conozco, si en otros aspectos tenemos déficit en muchas otras cosas, en el de la enseñanza, cada día más, se van cubriendo, no sólo las necesidades mínimas y más perentorias, sino también otras expectativas que parecía imposible cubrirlas hace dos décadas. No se me oculta que siempre necesitaremos más, pero hoy no estamos en precario, digan lo que digan aquellos que se dedican a la protesta por la protesta.

Debo repetir que el problema de la enseñanza no está hoy, ni en la falta de medios, ni en la falta de centros, aquí en Ceuta, o en mi pueblo.

Hoy, y es lo que veo, la tara principal que ha “atrapado” a la enseñanza está en los continuos bandazos que va dando nuestra sociedad y, además, en intentar anteponer a la propia enseñanza y a su estructura, unos modelos que ni son infalibles, ni han dado resultados convincentes donde antes se implantaron.

La generación que ahora mismo está en las aulas, es el fruto que ha dado el “vale todo” y el compadreo, reemplazando esto a la seriedad y a la rigurosidad, primero en casa y luego en el aula.

Cuando el chaval que ahora tiene 15 – 16 –18 años ha crecido en el ambiente de la televisión a discreción, las maquinitas para entretener y el juego, además de haber apartado de su camino la dificultad que entraña tener que hacer unos deberes, al llegar a esta edad no le va a hacer “trabajar” ni el mismísimo Dios.

En los últimos 40 años he conocido tantos cambios de planes como de ministros del ramo y sólo en una cosa se ha progresado, en tener hoy más medios a disposición de los chavales, lo que no quiere decir que esos medios se empleen mejor, ni que se les esté sacando todo el rendimiento que sería necesario y se desearía.

Se ha perdido, por lo menos, una generación, que ya es muy difícil recuperar, pero nos queda, a partir de ahora, orientar el camino hacia la seriedad, con esos niños que ahora van a comenzar y a los que habrá que orientar para que sepan aprovechar lo que se pone en sus manos.

Llegados a este punto ya estoy oyendo poner el grito en el cielo a quienes pretenden otras orientaciones, pero si desde estos primeros años escolares se trabaja la base, y se trabaja bien, el giro puede ser beneficioso. Lo tiene que ser.
 

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