Los autores del proyecto de construcción de la Biblioteca
del Estado se desplazaron ayer a la ciudad para la firma de
las actas de comprobación de replanteo y de inicio de las
obras. Durante la visita al lugar en el que se ubicará este
nuevo equipamiento público, en el Recinto Sur, les
acompañaron tanto los técnicos de la Ciudad, arquitectos y
arqueólogo, como responsables de la empresa adjudicataria,
Acciona. Tras pasar por la parcela, el grupo se dirigió al
Museo de la Basílica Tardorromana, donde conocieron la
maqueta y la reproducción de elementos del yacimiento
medieval de Huerta Rufino, que se integrará en el edificio.
La que será la primera Biblioteca del Estado en Ceuta, que
se levantará en el Recinto Sur, dio ayer sus primeros pasos
con la firma de las actas de comprobación de replanteo y de
inicio de las obras, cuyo plazo de ejecución es de 24 meses.
El Pueblo fue testigo de tan señalado momento, que tuvo dos
escenarios, por una parte, el lugar en el que se construirá
el edificio, que integrará en su seno y mostrará los restos
medievales de Huerta Rufino (s.XIV), y en segundo lugar, el
Museo de la Basílica Tardorromana, donde se reproducen
algunos de los elementos de este yacimiento.
El grupo encargado de dar el pistoletazo de salida al
proyecto estaba encabezado por sus autores, los arquitectos
Ángela García de Paredes e Ignacio García Pedrosa. Por parte
de la Ciudad, y en representación de la Consejería de
Educación, Cultura y Mujer, estuvo la viceconsejera Cristina
García Bernal. Entre los técnicos de la administración local
figuraban el arquitecto y el arqueólogo de la Ciudad, Javier
Arnáiz y Fernando Villada, respectivamente. A ellos se
sumaron responsables de la empresa adjudicataria de las
obras, Acciona Infraestructuras, tanto los delegados en
Ceuta como representantes desplazados desde su sede de
Sevilla.
Con la vista puesta en el solar, que una vez construido
completará el Plan Especial del Recinto Sur, los expertos
intercambiaron ideas acerca del desarrollo de las obras, con
cierta complejidad por la presencia de los restos históricos
de época meriní. Entre los detalles que se comentaron se
cuenta la conveniencia de proteger los vestigios frente a la
acción de la maquinaria y de que se evite apoyar alguno de
los pilares del edificio sobre las dos calles que vertebran
el conjunto de viviendas medievales.
La segunda parte de la visita, en el Museo de la Basílica,
sirvió a los arquitectos para conocer detalles no sólo del
yacimiento, excavado por primera vez por el propio Villada
en 1995, sino también de la Ceuta del medievo y de la vida
cotidiana de la ciudad en este período de su historia.
El arqueólogo de la Ciudad explicó a los arquitectos y
constructores algunas de las características del yacimiento,
del que se conserva, tal como recordó, un extraordinario
muestrario de pinturas murales correspondientes a algunas de
las viviendas que lo integran, que presentaban zócalos
decorados con pintura al temple. El yacimiento, aterrazado y
cuya superficie se corresponderá con el vestíbulo de la
Biblioteca, será visible desde varias plantas.
La primera piedra de este nuevo equipamiento, en el que se
invertirán 6,8 millones de euros, será colocada por la
ministra Ángeles González-Sinde el próximo día 22.
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