Aquí parece que todo va por encima
del resto del país, o por lo menos por encima de la mayor
parte de nuestro territorio nacional, con lo que no es
extraño que el paro, también, supere a la tasa nacional.
Y vaya si la supera, el 18% es el promedio de la tasa de
paro hoy en España, con lo que esos brotes verdes que sólo
aparecieron en la mente calenturienta o febril de alguno de
los altos políticos de España se quedaron en eso, en una
visión que sólo vieron ellos.
Ahora mismo y no es cosa de juegos, ni mucho menos, la tasa
de paro aquí, en nuestra ciudad, es del 24,57%, una cifra
que si miramos la población que vive aquí con funcionarios,
militares, banca y comercio, todos ellos con trabajo fijo,
nos muestra que en estos 18 kilómetros cuadrados fuera de
esto no se crea trabajo de ningún tipo, además de que las
perspectivas de creación de puestos de trabajo para los
estratos que estén fuera de ciertos amiguismos, son nulas.
Los sindicatos, que en más de una ocasión, algunos de ellos
se han mostrado como los auténticos artífices de la defensa
de los trabajadores, no sé como verán esta situación, aunque
siempre he dicho que las perspectivas sindicales más que
avanzar con los tiempos que estamos viviendo, se han quedado
en palabras que “movían” a las gentes, pero de las palabras,
en pocas ocasiones, se ha pasado.
Cuando la Ciudad Autónoma de Ceuta cerró el ejercicio de
2009 con esta tasa tan elevada, siete puntos por encima de
la media nacional, el sindicato CCOO ha remitido un
comunicado en el que muestra que la pérdida de empleo sigue
incidiendo más entre los hombres y los jóvenes.
Eso está muy bien, pero seguimos con las palabras en las que
apuestan por la inversión y los servicios públicos como
generadores de empleo.
La pregunta que más de uno ha empezado a hacerse es
¿Inversión aquí, en qué?. Es el punto de arranque, porque el
término suena bien, pero lo que no se ve es en qué se puede
invertir, cómo y desde qué perspectivas.
Con todo, estos han dicho algo, otros ni eso.
Y mientras tanto, cuando ya hemos terminado el primer mes de
las rebajas, los comerciantes esperan mejorar las ventas en
el segundo.
Pero no parece que se puedan conjugar muy bien estos dos
aspectos como son la falta de trabajo, por un lado, y el
alza de ventas por otro.
Esto es lo que está apareciendo en los pequeños y medianos
comercios, en los que las ventas, con rebajas incluidas, no
han terminado de rematar.
Los milagros, ni aquí, ni en ninguna otra parte, se hacen
todos los días y el comercio es el reflejo más claro de lo
que hay, en situaciones como la que estamos viviendo.
Y eso que aquí, y que nadie se olvide de ello, especialmente
en época de rebajas hay una población foránea, del otro lado
de la frontera, que viene a comprar y a comprar mucho, con
lo que el comercio se alivia un poco más.
Desde ciertos organismos, que no sé muy bien lo que pintan,
pero que están ahí, se trata de dar impulso a la situación
del comercio y siguen confiando en que este mes será el
“salvador” para liquidar los stoks existentes. Esperemos que
así sea.
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