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OPINIÓN - SÁBADO, 31 DE ENERO DE 2010

 
OPINIÓN

Miscelánea semanal

Por Manuel de la Torre


LUNES. 25

Hay dos personas a las que no veo desde que ocurrió lo que todos sabemos en el Partido Popular de Ceuta. Parece que se las ha tragado la tierra. Así se expresa quien me acompaña en la entretenida tarea de tomar el aperitivo, mientras llueve a manta. Y a mí, como no podía ser de otra forma, se me ocurre preguntarle por ellas. Y me responde que son Juan Manuel Doncel y Benjamín Álvarez. Yo tampoco consigo verlos desde principios de noviembre pasado. De ahí que haya indagado por si acaso les hubiera pasado algo. Pero, gracias a Dios, que es lo que se debe decir en estos casos, me han informado de que ambos están la mar de bien pero que han perdido las ganas de acudir a los sitios en los que alternaban casi diariamente. O sea, que ya no se les ve el pelo ni por el Hotel Tryp ni por ninguno de los bares donde antes solían tomarse sus copichuelas. Y además gustaban de entablar conversación y prestar oídos a cuanto se dijera en tertulias improvisadas. Eso será, responde mi interlocutor, porque habrán sentido en el alma la dimisión de Pedro Gordillo. Y es que hay que ponerse en el sitio de ellos. Amén de que estén saturados de trabajo. Si tú lo dices...

MARTES. 26


Llueve lo suyo cuando me dirijo hacia ‘El Mentidero’ por haber quedado allí con Luis Parrillas. De manera que aun con paraguas llego mojado al lugar de encuentro. Y coincido también con Jaime Wahnon. Presidente del consejo de Administración de Radio Televisión Ceuta. De quien debo decir que es un tipo estupendo a quien le he dado la vara a veces por quedarse dormido en un pleno. Pero hoy, teniendo como testigo a Parrillas, ese cordobés que no se cansa de hacerle el artículo a Ceuta, por toda la península, le he dicho que tengo de él la mejor impresión y que me consta que es tío cojonudo. Y a Jaime se le ha iluminado el semblante porque no esperaba mi reacción. Y a partir de ahí hemos hablado de algunas anécdotas ocurridas hace ya bastante años y que él recuerda como si hubiesen sido ayer. La mejor es la que contó Jaime de cuando los dos estábamos ante un juez de lo social por un asunto laboral. Y oyéndosela narrar, con su acostumbrada cachaza en el decir, tanto Parrillas como yo nos estuvimos riendo de lo lindo. Y es que Jaime Wahnon, a la chita callando, es un cachondo de mucho cuidado.

MIÉRCOLES. 27

Quedo con José Antonio Muñoz, editor de este periódico, de cuya amistad me congratulo cada vez más, sin que ella sea obstáculo para impedir que dialoguemos sobre nuestros puntos de vista diferentes, para hablar en un bar tranquilo donde tomar el aperitivo. Y, cuando estamos ensalzados en una conversación acerca de cómo se hace necesario que los periodistas de ‘El Pueblo de Ceuta’ sepan entender lo que la empresa desea de ellos, aparece Guillermo Martínez: consejero de Economía, Turismo y Empleo. Y, como no podía ser de otra manera, nuestra conversación empieza a discurrir ya por otros derroteros. Se habla de la Estación Náutica. De los parados que ha puesto Juan Luis Aróstegui frente al edificio municipal. De su forma de ser (de la de Martínez, pues la de Aróstegui es para detestarla nuevamente y lo haremos) y de muchas otras cosas que habrá de contarme. Porque de ese encuentro ha surgido el acuerdo de una entrevista para la Revista Siglo XXI. Esa que, hecha especial, supo cautivar en FITUR a cuantos la tuvieron entre sus manos.

JUEVES. 28


Veo a José María Campos muy cerca del Mercado de Abastos y nos ponemos a charlar. En esta ocasión, como en otras muchas, le tiro de la lengua y José María se me pone socarrón pero derrochando buen talante. Cuando le digo que manda tanto o más que Juan Vivas se me queda mirando con los ojos muy abiertos y con cara como de no haber roto un plato en su vida. Y a renglón seguido me dice que está a punto de jubilarse. De dejarlo todo y ponerse a escribir libros. Una tarea que le tiene sorbida la sesera. Por cierto, ha terminado uno hace nada. En cambio, yo le digo que ni tengo tiempo de escribir mis memorias ni tampoco creo que a nadie le interese lo que vaya a decir. Luego continuamos hablando de escribir en los periódicos. Y ya aproveché la ocasión para hacerle el artículo de ‘El Pueblo de Ceuta’. Pero él, como siempre, trató de hacerse el longuis. Lo cual entiendo perfectamente. Ya que a ciertas personas de esta ciudad les está costando digerir el auge que está experimentando este periódico. Eso sí, sin prisa pero sin pausa.

VIERNES. 29


Con Alfonso Conejo llevo yo la tira de años hablando en cuanto se presenta la ocasión. Nuestras conversaciones suelen ser muy directas. Sin tapujos. Y unas veces nuestras opiniones son muy parecidas y otras difieren totalmente. Alfonso es lector de cuanto yo escribo. Y lo viene haciendo desde hace mucho tiempo. Mi aprecio por Alfonso es una realidad que él tiene asumida. De no ser así, difícilmente podríamos mantener nuestras buenas relaciones. De ahí que el no tenga el menor inconveniente en decirme si algo de lo hecho o dicho por mí no le ha gustado. De la misma manera que suele felicitarme a veces sin caer en lo almibarado. Hoy he recibido una carta de él y me he sentido muy satisfecho. Y he tomado nota de sus indicaciones. Que son muy certeras. Aunque tiempo tendremos de sentarnos y dialogar al respecto de lo que me dice en su misiva. En fin, Alfonso, que he apreciado en lo que vale el detalle que has tenido. Y que espero verte muy pronto para, además de darte las gracias, intercambiar impresiones. Un abrazo. Ah, permíteme decirte lo siguiente: “La peor forma del machismo es la tolerancia complaciente con la incapacidad de una mujer”.

SÁBADO. 30


Con Pepe López Franco suelo yo intercambiar impresiones muy a menudo. Cada vez que nos vemos por la calle. Y no son pocas. Y en esas estábamos cuando pasó por nuestro lado Pedro Rojas: el padre de Adán; el chaval que a punto estuvo de perder la vida cuando jugaba al fútbol en un pabellón donde no había asistencia médica. Y Pedro, tras preguntarle por su hijo, me dijo que estaba muy bien y además me dio las gracias para que se las transmitiera al director de ‘El Pueblo de Ceuta’ por el tratamiento que éste hizo de la noticia. Lo ocurrido ha servido, como no podía ser de otra forma, para que al menos un ATS acuda a los partidos para intervenir al menor asomo de lesión en los chavales. A quien parece ser que no le ha gustado el tratamiento de la noticia es a Antonio García Gaona. Porque el jueves tuve la oportunidad de charlar con él y lo vi excitado. Y todo porque a mí nadie me puede convencer de lo que tiene más visos de mentira que de verdad. Y una vez más le tuve que decir al presidente de la Federación de Fútbol de Ceuta que a mí no me interesa en absoluto el conocer las cuentas del organismo. Que es él el que debe airearlas para que nunca llegue a confundirse su gestión con la habida antes: es decir, casi 30 años de oscuridad en todos los sentidos. Ya está bien de tonterías. Y además, Antonio, es ley de vida morirse. Así que dejemos ya de usar a los muertos como excusa. Que así ni se les quiere ni se les respeta más.
 

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