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Algunos de los constructores que desarrollan su actividad en
la ciudad se lamentan del escaso margen de maniobra del que
disponen a la hora de presentar sus ofertas en determinados
concursos de obra pública. El ejemplo se centra en los
proyectos del FEIL, dada la premura de su ejecución.
Para algunos constructores de la ciudad resulta difícil
participar de la “tarta” de la obra pública disponible en
Ceuta. Esto es así, según relataron a El Pueblo varios de
los empresarios que se quejan de esta situación y que
prefirieron reservar su datos, por la escasez en los plazos
de presentación de las ofertas en algunos proyectos.
El descontento de estos contratistas se refiere sobre todo
-según ha podido comprobar este diario en el repaso de las
contrataciones realizadas tanto desde la Ciudad como por la
empresa pública de Fomento, Procesa-, en proyectos para los
cuales se dan plazos como los trece días naturales a contar
a partir de la publicación del anuncio de licitación en el
BOCCE con los que han salido dos de los últimos concursos de
obra. Estos son para la construcción del nuevo albergue para
personas sin hogar de San José y la rehabilitación del chalé
de Ybarrola, publicados, respectivamente, en los Boletines
Oficiales del pasado día 26 y de ayer. Tal como subrayan los
empresarios, en estos dos casos existen dos fines de semana,
y por tanto, cuatro días inhábiles, para acceder a los
proyectos, preparar y presentar sus ofertas.
Se da la circunstancia de que tanto estos como otros
proyectos que se han convocado con escasos plazos se
corresponden con los del Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL)
en sus dos convocatorias, tanto la de 2009 como la del
presente año. En el primero, se contrataron 34 obras, cuyos
plazos de presentación de ofertas fueron similares. La
Ciudad justifica esta premura en la necesidad de proyectar,
aprobar, presentar, contratar y ejecutar los proyectos antes
del fin del año en curso.
En otro tipo de concursos, como por ejemplo, el del proyecto
Urban para las Caracolas, la reforma de San Amaro o de la
calle Martín Cebollino, por citar algunos, los plazos
superan el mes.
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