Necesita como un loco obtener un mínimo de protagonismo en
la vida pública ceutí y lo busca de cualquier manera y
cualquier precio, ya sea pasando por la piedra de Mohamed
Alí, al que se ha subordinado para sentarse en algún consejo
de administración de la Ciudad Autónoma o utilizando el
drama del paro, arrojando piedras contra todas las plazas:
la de los Reyes y la de Africa.
Pero recordemos un poco. ¿Se acuerdan…?.
El hoy “látigo ajado” de cualquiera que se siente en el
sillón al que aspira, fue vice-alcalde de Ceuta durante el
mandato del alcalde Miajas, ocupando la cartera más poderosa
del Ayuntamiento, la de Economía, manteniendo al tiempo, eso
si, su condición de líder de Comisiones Obreras en Ceuta.
Vamos, que sin dudarlo, se podría afirmar que fue el hombre
más poderoso de Ceuta en aquella no lejana época.
Su salida del poder, dejó como saldo para la posteridad la
consolidación del mayor índice de desempleo comparado de
toda España, además de la quiebra de la única entidad
financiera local, que tuvo que abrazarse a Caja Madrid para
no explotar, gobernada por él y sus correligionarios del
mismo modo y manera que Hernández Moltó ha gobernado la Caja
Manchega que ha tenido que acabar interviniendo el Banco de
España.
Y la pregunta que surge es bien simple: ¿Por qué este hombre
no convocó a los parados de entonces a manifestarse delante
del Ayuntamiento que el co-dirigía?. Imagínense ustedes la
cosa: Él, en su condición de líder de CCOO, convocando a
manifestarse delante del Ayuntamiento del que él era el
segundo al mando, a todos los que su nefasta política iba
dejando en el desempleo. Naturalmente, el “pájaro” desactivó
cualquier operatividad en la central sindical que controlaba
férreamente para no caer en la esquizofrenia de tener que
manifestarse contra si mismo.
Y perdido el poder, ha vuelto a activar el sindicato que
maneja a su antojo, habiendo puesto la vista en el único
asunto que le inquieta y le obsesiona, que no es el paro ni
los parados, como fácilmente habrán ustedes deducido ya,
sino la cercanía de las elecciones a la Asamblea de Ceuta,
órgano en el que quiere volver a estar para seguir
“deleitándonos” con sus discursos al estilo Fidel, de esos
que consisten en estar horas y horas dando palique, pero sin
dar un palo al agua.
Aróstegui es un burgués y de los acomodados y no sólo él,
sino la mayoría de los que le acompañan en su proyecto. Y
además de burgués es caprichoso y algo maníaco. Y si le coge
manía a alguien, que suele ser por que le caiga a los demás
mejor que él, le machacará sin piedad, sin esa piedad que
todo buen militante de la izquierda debe atesorar.
En lo público, no ha acertado en nada en su vida. Miren
ustedes: Es desde que era pequeño, director de un centro de
enseñanza y presidente de la Junta de Personal docente y
algo escasa habrá sido su aportación al mundo educativo, más
allá de la defensa de los que más cobran y más vacaciones
tienen, por cuanto estamos en la ciudad con mayor fracaso
escolar de España.
La política de empleo y la educativa, son en Ceuta
competencia del Estado, pero como las elecciones que a él le
interesan son las de aquí, trata de indisponer a los parados
contra Vivas.
Pues que tengan cuidado los parados, no sea que bajo su
influencia acaben como la antigua Caja de Ahorros de Ceuta.
Está visto: en lo público el hombre es un desastre. Le
deseamos todo lo mejor en lo personal.
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