Es lo que muestra Carracao, ante
sus compañeros de partido, en la primera Asamblea
informativa convocada por la Ejecutiva que él lidera, desde
la refundación del partido.
Y es que las negociaciones que terminaron hace casi un mes,
con UDCE, han acabado de eliminar cualquier situación de
alianza “fuerte” para hacer frente al partido que gobierna
la Ciudad, el PP.
En esa Asamblea informativa, aquellos que asistieron, parece
que casi todos, con aire conciliador, no oyeron ningún
mensaje nuevo que les incite a estar más esperanzados de lo
que podían estar, cara al futuro, con el rumbo del partido
en Ceuta.
Pero lo que sí les dijo, a todos ellos, Carracao, es que no
será él el que vuelva a negociar con Mohamed Alí, aduciendo
esa frase pronunciada por el líder del primer partido en la
oposición, al haber hablado de racismo en el PSOE.
Es cierto que Carracao no muestra arrepentimiento alguno por
haber mantenido aquellas conversaciones o negociaciones con
Mohamed Alí. Aquello, en su momento, desde la dirección del
partido, se consideró lo más conveniente y se hizo, pero el
desenlace final, diría Carracao:” Nos ha llamado racistas a
todos”, es lo que ha sentenciado un “no es posible” volver a
negociar con él.
Está claro, por lo que se dijo en esa Asamblea informativa,
que podría haber sido favorable esa alianza para el futuro
de la izquierda de Ceuta, pero, claro, visto lo visto no
será Carracao el que se vuelva a sentar frente a frente,
para unas negociaciones, con quienes se sentó el pasado mes.
Eso ya está decidido, como decidido está el que no se han
cerrado y no se van a cerrar las cicatrices, respecto a los
12 expulsados del pasado año.
En el seno del partido hay militantes de peso, además de con
muchos años en el partido, que consideran que esas rupturas
con parte “de los suyos” no aportan nada positivo al
presente y menos al futuro del PSOE de Ceuta.
Un acercamiento a todos los que estuvieron dentro y que
salieron “por la puerta de atrás” sería, cuando menos,
conveniente para poder sumar, en vez de ir restando, como se
está restando, desde hace algún tiempo.
También a esta pregunta Carracao fue tajante:” fue una
decisión de Madrid”, a lo que posiblemente hubiera que
añadir algún matiz, como es el que fuera iniciativa, deseo y
obra de alguien que suele estar en Madrid, pero que ni es de
Madrid, ni vive allí siempre.
Y como parece que en ciertos asuntos, y muy especialmente en
el de la expulsión de los ex militantes no hay vuelta atrás,
sería el propio Carracao el que recordara que quien ha
querido saber el por qué de aquella defenestración ha tenido
la posibilidad de preguntarlo en la sede central del
partido, en la calle Ferraz de Madrid.
El final de la Asamblea informativa quiso concluir con un
significativo:” Hay que seguir unidos”, frase, al menos en
apariencia, que marca un contrasentido con la negación total
a tender la mano o a abrir la puerta a quienes fueron,
aunque ya no lo sean del partido.
La juventud y los buenos deseos de Carracao, hay veces que
parecen marchar de espaldas a la realidad o a lo más
conveniente del partido. Ahora hay tiempo para corregir
defectos, ahora hay muchos aspectos que podrían suavizarse,
pero volver a negociar con UDCE sería tropezar de nuevo.
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