Son los dos campos de donde, en peores condiciones, salieron
un gran número de jugadores, algunos regulares, bastantes
buenos y otros muy buenos como Pirri o Migueli, por ejemplo.
Ahora las cosas han cambiado, en teoría ambos campos están
en mejores condiciones, en la práctica ya lo comentaremos,
más adelante, pero ahora mismo buenos, buenos jugadores ni
están, ni se les espera.
La goleada de la temporada
Se dio el pasado domingo, cuando el Ceuta fulminó a un Jerez
Industrial que el pasado año subió, de rebote, a una
categoría, la 2ª B, para la que no estaba preparado y que
marcha por ella como alma en pena.
El 6-0 fue, incluso, un resultado corto, para los méritos
del Ceuta y de los jerezanos, pero esa goleada, que nadie se
engañe, no es algo ya definitivo, ni que marque una
supervalía del Ceuta, porque equipos como el Jerez
Industrial tendrán que pasar muchos años para que se los
vuelva a encontrar el Ceuta en esta categoría.
No creo que en los años que el club lleva en la categoría se
le haya cruzado jamás uno tan débil como el conjunto
jerezano.
Eso sí, los puntos suman igual que si hubieran sido logrados
ante uno de los, teóricamente, grandes, con los que habrá
que medirse de aquí a pocas jornadas y ahí es donde hay que
ver hasta donde se puede llegar, de verdad, hasta el final.
Campo blando pero muy bien cuidado
Hay algo que debemos valorar en su justa medida, este año
más que nunca, y es que el cuidado que se está teniendo con
el campo Alfonso Murube, tanto por los técnicos
especialistas en césped, como por parte de los empleados que
están allí del ICD, es extraordinario.
El Ceuta no podrá poner ningún tipo de disculpas, si un día
llegara un resultado adverso, porque las atenciones al
césped son mejores que las que hay en muchos campos de
primera división. No se puede pedir más, lo que indica que
desde el organismo que debe velar por las instalaciones, en
Alfonso Murube ha colocado no sé si a los mejores, pero sí a
unos buenos cumplidores de su trabajo. ¿Por qué no se hace
igual con el 54?. Más adelante iremos con ese asunto.
Y es que un día como el pasado domingo, que llevaba casi 24
horas seguidas con lluvias torrenciales, a ratos, el piso de
Alfonso Murube estaba para eso, para jugar, de verdad.
Ahora a Marbella
No sé como estará ese campo, en estos años en los que el
equipo está actuando tan irregularmente, unas veces metido
arriba y al año siguiente intentando no descender.
El Marbella entra en el grupo de los equipos irregulares y
nunca ha sido un enemigo peligroso para el Ceuta. Toquemos
madera.
Los puntos de ahí, de la Costa del Sol debieran saber un
poco mejor, especialmente porque el Estepona, cuando menos
se esperaba, dio un repaso de los de verdad, en cuanto a
resultado, a los de Carlos Orúe, con lo que habrá que ver si
ahora llega la revancha y los ceutíes dan un paso más para
no ser desplazados ya de uno de los cuatro primeros puestos,
sea con campo bueno o con uno, tan sólo, regular.
El 54 una vergüenza
Es una de las notas negras del fin de semana, que un equipo
de categoría nacional, el Murallas, enfrentándose a Los
Palacios, casi tuviera que vestirse en la calle y los
árbitros otro tanto de lo mismo, porque las puertas, a su
debido tiempo, no estaban abiertas y porque la falta de
cuidado y de limpieza parecía que aquello era algo distinto
a una instalación para hacer deporte, una instalación en la
que la imagen que se ha vendido de Ceuta es vergonzosa, casi
tercermundista y una situación que si el ICD no la aborda,
de inmediato, por parte de su principal responsable, con
toda la rigidez que es preciso, es que ahí se permite todo y
son consentidores de este tipo de barrabasadas.
Estoy harto de oír que el ICD tiene un presupuesto altísimo,
que se lleva una tajada importante de los presupuestos, y
eso me parece muy justo, siempre que luego se cumplan las
funciones que le están encomendadas.
Siempre fui partidario de que el deporte estuviera bien
cuidado y desde el principal organismo, está saliendo dinero
para poder ser los primeros en todo, pero no para que haya
instalaciones abandonadas porque el encargado de esa
instalación se vaya y no vuelva hasta la hora que le venga
bien.
De todas formas, sé que del personal que pertenece al ICD
hay una serie de grandes profesionales, que cumplen con su
deber a la perfección y que se ganan lo que les pagan,
honradamente, pero también sé y mejor lo deben saber en el
ICD que hay algunos de los que están en ciertas
instalaciones que llevan diciendo años y años:” yo ya estoy
aquí ..., esto está seguro... y cumplir, que cumpla ...”.
Esto lo saben de sobra en el ICD, y saben quienes son, sin
más, por lo que si son consentidores es que son capaces de
encubrir a quienes no cumplen con su trabajo. Si personajes
de ese tipo no son puestos en lugares donde tengan que
cumplir, sí o sí, es que eso se ha convertido en algo muy
diferente de aquello para lo que fue creado un día, por
alguien al que se escatima el nombre de una instalación
deportiva.
De momento no damos nombres, primero que actúen desde el ICD,
que para eso están y no para cobrar un sueldo que se lo
merecen si trabajan, si no será de regalo. Pero lo que me
molesta, por encima de todo, es que esas imágenes, recogidas
en filmaciones, desde teléfonos móviles, muestren la
desvergüenza de unos y la vergüenza de presentar unas
instalaciones de Ceuta, que no debieran estar en esas
condiciones.
Que incluso un colegiado llegue a reflejar en un acta unas
circunstancias de ese tipo es para pensar dos veces si
alguien no tendría que presentar la dimisión.
Pasarlo a la Federación
Y no es que yo piense que con ello habríamos entrado en el
Edén, pero desde luego que, a la hora de disputarse un
partido, las puertas estarían abiertas a su debido tiempo,
los vestuarios estarían limpios y todo, perfectamente,
dispuesto para, sin ser un campo de lujo, prestar
debidamente el servicio que tiene que cumplir.
Y ya que estamos en el 54, no me meto, allá los arquitectos
que programaron la remodelación de esta instalación, con la
falta de una tribuna, donde poder resguardarse cuando
llueve. No me meto tampoco en la falta que hay de una barra
para poderse tomar una Coca Cola o algo parecido, me meto
con lo que debe estar dispuesto y el sábado no estuvo.
Sin lugar a dudas que al encargado de personal le quedará
trabajo para poner en orden a quienes se lo toman “manga por
hombro”, y para ahormar a esos que llevan un montón de años
sin dar ni “clavo”.
Lo que más celebraría es que, a lo largo de la temporada, no
tuviera que volver a tocar estos temas, pero lo que no
pienso hacer, si esto sigue igual, es volver la espalda al
asunto.
Eso seguro.
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