La Ciudad Autónoma ha llevado a cabo una “pequeña
remodelación” del Ejecutivo que consiste en la supresión de
la Viceconsejería de Recursos Humanos, área de la que se
hará cargo un funcionario que será nombrado director
general. El viceconsejero Díez Nieto pasará a serlo de
“Análisis y Programación”.
El Gobierno de la Ciudad Autónoma ha llevado a cabo una
nueva y “pequeña” remodelación de su estructura que afecta
al área de Recursos Humanos (RRHH). Tal como anunció ayer la
portavoz adjunta, Mabel Deu, tras la reunión del Consejo, la
Viceconsejería que hasta el momento dirigía Javier Ángel
Díaz Nieto desaparece para pasar la responsabilidad de la
gestión del personal a una dirección general. Díaz
encabezará una nueva Viceconsejería dedicada al seguimiento
de la programación del Ejecutivo.
Recursos Humanos depende, desde la remodelación a la que dio
lugar la dimisión del consejero de Presidencia, Pedro
Gordillo, a la Consejería de Hacienda, de la que es
responsable Francisco Márquez. Este consejero es el que ha
propuesto el nombre del funcionario, técnico de la
Administración General de la Ciudad, que se hará cargo de
Recursos Humanos, Juan Manuel de la Torre González.
Deu señaló que el nuevo director general se hará cargo de la
gestión de personal, una “importante área” en la que, según
indicó Deu, “hace falta una asistencia técnica y específica”
y que hay que “reforzar” sin que ello suponga un incremento
del gasto en el capítulo de remuneraciones de altos cargos
salvo el complemento que percibirá el director general por
esta nueva responsabilidad.
En lo que respecta a la nueva Viceconsejería de Análisis y
Programación, Deu aseguró que responde a una función que se
considera “esencial” en la labor de equipo del Ejecutivo.
Los cometidos de este nuevo departamento serán el
seguimiento de las prioridades de trabajo del Gobierno, “un
seguimiento permanente”, abundó la portavoz, del plan de
trabajo presentado recientemente por el presidente, Juan
Jesús Vivas.
También deberá Díaz Nieto “analizar las diferentes
fortalezas y debilidades del equipo y de su trabajo” y
tendrá además la responsabilidad de poner en marcha los tres
observatorios previstos.
Con estas medidas, el Gobierno trata de “reforzar esas áreas
en aspectos que se consideran esenciales sin que suponga un
incremento en el gasto destinado a estos altos cargos”,
reiteró Deu.
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