El jugador del Ceuta, Adán Rojas, que el pasado domingo
estuvo a punto de perder la vida al recibir un choque
fortuito con un jugador del San Agustín, Javi Hita, y perder
posteriormente el conocimiento, recibió ayer una placa con
su nombre, además de un llavero, de las propias manos del
jugador rival.
De esta forma, el San Agustín, quiso homenajear al joven
jugador caballa durante la reanudación del propio encuentro,
que finalizó con un 3-3, que tuvo que ser aplazado tras el
incidente.
El padre del jugador, Pedro Rojas, se sintió profundamente
emocionado por el acto de cariño del San Agustín, que se
portó “como un gran equipo”. El también técnico de la AD
Ceuta, que barajó seriamente la posibilidad de dejar los
banquillos, aseguró que “no nos esperábamos este gran
detalle” aunque reconoció que “estas son las cosas por las
que merece la pena seguir”.
El padre de Adán Rojas afirmó también que “me alegro de que
hayan puesto asistencia sanitaria en los pabellones”, aunque
lamentó que “haya tenido que pasar algo así para que se den
cuenta”.
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