El 58% de los alumnos de Secundaria de Ceuta no alcanza un
nivel mínimo de suficiencia a la hora de comunicarse, según
las Pruebas de Diagnóstico de Evaluación realizadas el año
pasado a los alumnos de cuarto curso de Educación Primaria y
segundo de Secundaria Obligatoria. Los niveles alcanzados
por los primeros en la competencia en Comunicación
Lingüística son, según la documentación a la que ha tenido
acceso este periódico, peores: el 62% tampoco es capaz de
utilizar de una forma mínimamente correcta el lenguaje como
instrumento de comunicación oral y escrita.
El 58% de los estudiantes de segundo curso de Secundaria y
el 62% de los de cuarto de Primaria de Ceuta no alcanzan un
nivel mínimo de suficiencia en la competencia de
Comunicación Lingüística, que mide su capacidad para “la
utilización del lenguaje como instrumento de comunicación
oral y escrita, de representación, interpretación y
comprensión de la realidad, de construcción y comunicación
del conocimiento y de organización y autorregulación del
pensamiento, las emociones y la conducta”.
Así lo atestiguan los resultados a los que ha tenido acceso
este periódico de las Pruevas de Diagnóstico de Evaluación
que se les realizaron por primera vez el curso pasado,
conforme a lo que dispone la Ley Orgánica de Educación, para
conocer su competencia en “un conjunto de conocimientos,
destrezas y actitudes que se requieren para la realización
personal, el ejercicio de la ciudadanía activa y la
incorporación satisfactoria en la vida adulta del alumnado,
que sustenten un aprendizaje a lo largo de toda la vida y
que resultan transferibles y multifuncionales”.
El porcentaje de alumnos que están muy lejos de tener unas
destrezas mínimas en el ámbito de la comprensión y la
expresión lingüística es mayor en Secundaria, donde el 17%
se sitúa en el más bajo de los seis niveles que conforman la
escala utilizada para ordenar sus resultados.
El 18% de los de Secundaria y el 22% de los de Primaria
alcanzan el segundo nivel. Otro 30% de los que el año pasado
estaban en el curso evaluado en Secundaria y un 23% de los
de Primaria también estaban por debajo del nivel mínimo de
suficiencia, que no puede trasladarse exactamente a lo que
en las calificaciones del curso se entiende como aprobado.
Partiendo de tan negro panorama se pueden establecer
matices. Tanto en Primaria como en Secundaria los resultados
en la destreza de comprensión (la que analiza la capacidad
para entender y contextualizar un texto o para resumirlo y
esquematizarlo) son mejores que los referidos a la de
expresión (usar un vocabulario adecuado, utilizar recursos
expresivos y un registro comunicativo correcto, presentar
una caligrafía adecuada y un nivel semántico y gramatical
mínimo...).
La evaluación de diagnóstico de Ceuta está basada en una
puntuación transformada a una escala común con una media
global de 500 puntos y una desviación típica de 100 puntos,
que es la utilizada en la evaluación general de diagnóstico
española y en proyectos internacionales como PISA, aunque
“no puede interpretarse como nivel satisfactorio el alcanzar
el punto medio de la escala o como insatisfactorio el no
alcanzarlo”.
“Para valorar los resultados es necesario conocer lo que
saben hacer los alumnos y esa información la ofrecen los
distintos niveles fijados por una serie de puntuaciones de
corte”, advierte la Administración.
Sólo un 6% de los alumnos de Secundaria alcanza el escalón
más alto en su competencia de Comunicación Lingüística.
Ninguno logra tal hazaña entre los de Educación Primaria.
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“En ningún caso los resultados de las evaluaciones podrán
servir para hacer una clasificación de centros”
En los artículos 21 y 29 de la Ley
Orgánica de Educación (LOE) se establece la realización de
evaluaciones de diagnóstico en cuarto curso de la Educación
Primaria y en segundo curso de ESO, respectivamente,
indicando que “todos los centros
realizarán una evaluación de diagnóstico de las competencias
básicas alcanzadas por sus
alumnos” que “tendrá carácter formativo y orientador para
los centros e informativo para las familias y para el
conjunto de la comunidad educativa”. La LOE deja claro que
“en ningún caso, los resultados de estas evaluaciones podrán
ser utilizados para el establecimiento de clasificaciones de
los centros”. Las evaluaciones de diagnóstico deben dar
lugar a compromisos de revisión y mejora educativa a partir
de sus resultados, cuya lectura debe hacerse teniendo
también en cuenta los contextos socioculturales y económicos
de alumnos y centros “para poder explicar debidamente los
resultados de la evaluación y las diferencias”. La
aplicación de de estas pruebas en Ceuta y Melilla se realiza
desde el curso pasado.
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