Continúa en fase de instrucción aunque la denominada
‘Operación Masaco’ no se olvida en los juzgados ceutíes.
Concretamente, el Ministerio Fiscal acaba de solicitar a
Hacienda unos informes con los que pretende indagar sobre la
adquisición de las embarcaciones utilizadas por esta red de
narcotráfico para comprobar si hubo blanqueo de capitales.
En estos momentos, el caso sigue añadiendo tomos de
investigación y transcripciones realizadas por los agentes
de la UDYCO que hasta, 2009, sumaban cinco.
La denominada ‘Operación Masaco’, desarrollada por la UDYCO,
contra una red de narcotráfico desarticulada en diciembre de
2008, continúa en fase de instrucción en el Juzgado número 6
y con la previsión del inicio del sexto tomo de las
actuaciones efectuadas por la Unidad de Estupefacientes.
En este momento, el Ministerio Fiscal ha solicitado a
Hacienda varios informes para averiguar si las embarcaciones
utilizadas en esta organización, que operaba en Ceuta,
Algeciras y Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), procedían del
blanqueo de capitales, delito recogido en el artículo 301
del Código Penal, íntimamente relacionado con el 368 y 369,
referidos al tráfico de sustancias estupefacientes, en este
caso, hachís.
Investigación conjunta
Según ha podido saber EL PUEBLO, la primera solicitud de
intervenciones telefónicas se produjo el uno de septiembre
de 2008, de la UDYCO al Juzgado de Instrucción número 3, que
en dicha fecha se encontraba de guardia. Casi un mes más
tarde, el 6 de octubre, la ‘Operación Masaco’ pasa a ser
instruida por el magistrado del Juzgado número 6 de la
ciudad autónoma, que incoa las diligencias previas por el
presunto delito contra la salud pública, y acuerda la
intervención de las comunicaciones telefónicas.
Desde este momento, y hasta el 22 de octubre de 2008, se van
prorrogando cada treinta días las solicitudes de
intervenciones telefónicas sobre cuatro personas, ya
imputadas por el juez, que autoriza dichas escuchas. En este
mismo oficio, UDYCO Estupefacientes presenta al magistrado
las que consideran “funciones” de cada uno de los
integrantes de la organización, “todas ellas relacionadas
con el tráfico ilícito de sustancias estupefacientes en
grandes cantidades y utilizando para el mismo, embarcaciones
rápidas de gran eslora y con varios motores”. Sobre estas,
la información solicitada por el Ministerio Público a
Hacienda por si procedieran de actos delictivos y dinero
negro.
Justamente en esta fecha, el juez decreta el secreto de las
actuaciones por tiempo no superior a un mes para la práctica
de las escuchas.
Papel de los detenidos
En dicho oficio emitido por la UDYCO al Juzgado de
Instrucción número 6 del 22 de octubre de 2008, los agentes
de dicho cuerpo comienzan a atribuir a los imputados las
funciones dentro de la presunta red.
Según el documento policial, el supuesto líder, residente en
Ceuta, era la persona que tenía los contactos con los
proveedores marroquíes de este tipo de sustancias y la que
dirigía la organización. Su “lugarteniente”, residente en
Algeciras, realizaba las labores de logística para el
anterior y era el encargado de contactar con los pilotos y
personas que realizasen las labores de tierra a la hora de
los alijos. Estas dos imputados, a su vez, contactaban con
varios individuos al objeto de adquirir embarcaciones
semirígidas de alta velocidad.
Un tercer sujeto, con domicilio en la ciudad autónoma y
hermano del anterior, era, el que dice UDYCO, piloto de la
organización. Y un cuarto acusado, residente en Ceuta,
también piloto. De dichas intervenciones, los agentes
también pudieron deducir las funciones de otras dos personas
a las que no lograron identificar hasta meses posteriores.
La primera de ellas, participaba en los desembarcos de
tierra, y la segunda, se encargaba del transporte de las
embarcaciones.
Desembarco en Sanlúcar
Tras sucesivas prórrogas y solicitudes al magistrado del
Juzgado de Instrucción número 6, este sigue autorizando las
intervenciones telefónicas ya que, en el oficio emitido por
la UDYCO el 17 de noviembre de 2008, comienzan a identificar
al individuo que supuestamente organizaba y coordinaba las
labores de desembarco de los alijos de hachís de la red en
la zona de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).
Según las pruebas policiales, este imputado intentó un pase
de hachís el 12 de noviembre de 2008 en la desembocadura del
río Guadalquivir, donde se encontraba un barco semi hundido
y consistente en el trasbordo de la embarcación rápida
procedente de Marruecos, a dos embarcaciones más pequeñas,
que se dirigirían a otro punto de la costa para descargar
los fardos, relata el oficio de la brigada.
En estos momentos, el juez prorrogó el secreto de las
actuaciones para todas las partes salvo el Ministerio
Fiscal, durante un mes. A los pocos días de la finalización
de la orden judicial, la ‘Operación Masaco’ era
desarticulada.
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