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OPINIÓN - DOMINGO, 24 DE ENERO DE 2010

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

La decisión de la Universidad de Sevilla de impedir que los profesores expulsen de sus aulas a los alumnos que sorprendan copiando y consagrar el derecho de los estudiantes a terminar el examen, ha sido criticada por el Gobierno Central, por la Junta de Andalucía y por casi la totalidad de los partidos políticos.

Gabilondo, ministro de Educación, ha manifestado que “copiar es engañarse”, apostando por buscar “forma de examen que no dependa tanto de asuntos memorísticos ni de copiar o no copiar”.

Las llamadas “chuletas” han existido y existirán mientras haya alumnos que se presenten a un examen. Naturalmente que con el paso del tiempo, las llamadas “chuletas” se han sofisticado de tal forma que, algunas de ellas, son dignas de cerebros privilegiados. Estos cerebros privilegiados, por supuesto, no son de los estudiantes que se dedican a copiar, si no de quienes han sido capaces de crear esos métodos.

Todos los estudiantes sabíamos que si nos cogían copiando éramos expulsados del examen y, por tanto, la nota era de suspenso. Pues aún con esos conocimientos, de que nos jugábamos el suspenso, había muchos que se la jugaban en algunos exámenes finales.

La picaresca ha existido siempre en todos los órdenes de la vida en nuestra sociedad, y los estudiantes no iban ser menos en tardar en aplicarla. Era el jugarse el todo por el todo, con la ventaja de que si salía bien habías aprobado lo que no habías estudiado, y si salía mal, de todas formas era algo que se esperaba. Por qué no jugársela.

La Universidad Hispalense se defiende diciendo “que es una garantía para ese 2% al que se suspende injustamente”. Hasta como chiste es malo. Si ellos consideran que se suspende injustamente a ese 2%, por qué lo hacen. Con darles el aprobado, se evita que se pueda copiar en un examen, puesto que los que copian, con toda seguridad, no entran en ese 2% que se suspende injustamente, según sus propias manifestaciones. Esa defensa de que pueden copiar cae por su propio peso.

Cierto que el sistema educativo que tenemos, no está para tirar cohetes, porque desde mi personal opinión, es malo con avaricia. No entiendo como un alumno puede pasar al curso siguiente sin saber sumar, cuando al pasar de curso tiene que hacer cuentas de restar o bien que por decisión paterna el profesor lo tenga que aprobar. Eso no se le ocurre ni al que asó la manteca colora. Si a esto le añadimos la decisión de la Universidad de Sevilla, que se puede copiar en los exámenes, apaga y vámonos.

Los que copian, si menor duda, es que no tienen conocimiento alguno de la materia de la que se están examinando y, por tanto, no creo que se les tenga que permitir que terminen un examen del que no tienen ni p… idea.

En caso de aprobarles se le está haciendo un flaco favor a la profesión a la que se quieran dedicar, porque su falta de conocimientos les llevará a equivocarse y, en algunas carreras, hasta poner en peligro la vida de algún semejante.

Doctores tiene la Universidad, pero el que ha tenido la idea no llega ni a meritorio.
 

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