Desde hace mucho tiempo vengo
sosteniendo la idea de que Ceuta, una ciudad que no es
grande, una ciudad que nos es de paso obligado entre otras,
tiene unos ruidos que no se dan en otras de su mismo tamaño
o de su mismo tipo.
Esto, que ya digo, yo había detectado ya desde hace años,
parece que lo ponen de manifiesto, ahora mismo, una gran
parte de barriadas.
En repetidas ocasiones he dicho que no hay ciudad en España,
del tipo de Ceuta, que tenga tanta concurrencia de
ambulancias, que tenga tanto ajetreo del servicio de
bomberos o que tenga una actividad tan movida en los coches
de la policía, con sus sirenas funcionando.
Es así y puestos a hacer comparaciones con ciudades de más
población, como Salamanca, de parecido número de habitantes,
como Palencia, o de menor número de ciudadanos que Ceuta,
como es Ávila, nos encontramos con que Ceuta, en todos estos
servicios públicos, tiene muchísima más actividad.
Veo en la información de nuestro periódico, El Pueblo de
Ceuta, que el 76% de los barrios dice que sufre problemas
con el ruido, ruido que yo he citado en varios servicios
públicos, necesarios y bien atendidos, pero que en las
encuestas que se han hecho, pasan a otro tipo de ruidos, por
cuanto en más de una docena de las barriadas sondeadas se
cree que incluso las calles peatonales favorecen la
contaminación acústica.
Esto es otra cosa, que no sé si tendrá parangón en otras
ciudades, como las que he citado anteriormente. La
Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos que está
actuando muy activamente y que es un buen termómetro para
todos los aspectos de la ciudad, dice que la contaminación
acústica empieza a afectar a una mayoría de las barriadas
que conforman la Ciudad Autónoma, y para esta afirmación,
que no es gratuita, se basan en una encuesta realizada,
desde ese mismo organismo.
Es este problema uno de los focos que ayuda a estar más
incómodos, sea la hora que sea, pero muy especialmente
durante la noche, o a ciertas horas de la noche en las que
se necesita un descanso y una tranquilidad, para poder
rendir al día siguiente en las ocupaciones de cada uno y
para evitar los sobresaltos que pueden alterar el propio
organismo.
Con los sondeos llevados a cabo por la FPAV, una vez que
estén concluidos en todas las barriadas de Ceuta se
determinará el mapa de la intensidad del ruido, en cada una
de las zonas de la Ciudad.
Y como no podía ser de otra forma, cosa que también sucede
en otras ciudades, e incluso en pueblos de cierta entidad,
en esos ruidos, especialmente nocturnos, siempre tienen que
decir algo los bares, especialmente en la época en la que
están a tope las terrazas, y junto a ellos, aunque esta
corriente haya surgido frente a los bares, está el
“botellón”, una auténtica plaga, casi nunca controlada, que
asola las zonas donde se implanta y que, todavía, no sé por
qué motivos, ni aquí, ni en mi pueblo, ni en Granada o
Salamanca, por ejemplo, se ha tratado de cortar, para ver si
algún día futuro se puede erradicar definitivamente.
Y es que el botellón, siempre descontrolado, si está en
zonas alejadas de los pueblos, crea problemas a los
servicios de limpieza y a los servicios sanitarios, por los
numerosos problemas etílicos. Pero cuando cae dentro de la
ciudad, hay que compadecer a los vecinos de esa zona.
|