O eso es lo que se deduce, cuando
tratamos de profundizar en las palabras de la consejera de
Juventud, Deportes y Nuevas Tecnologías, Kissi Chandiramani,
sobre lo que ya “no será” la Residencia de la Juventud el
próximo curso:”Los estudiantes llegados de la península
deberán buscar piso de alquiler para el próximo curso”.
La frase, como tal, debiera servir para un cese fulminante,
por cuanto Ceuta debe atraer estudiantes de fuera, y más si
es que se pretende, un día, tener una universidad, de
verdad, pero con actitudes, o con la falta de aptitudes para
dar una solución al problema que se está planteando, lo que
se hace es “espantar” a todo aquel que tuviera interés en
venir a Ceuta y cursar aquí sus estudios. No podemos cerrar
el paso a los que quieren estudiar aquí.
La propia consejera dice:” esta decisión no ha sido tomada a
la ligera, sino teniendo en cuenta las deficiencias técnicas
del edificio, lo que se deduce de los informes elaborados
por Gobernación, Fomento y el Servicio de Extinción de
Incendios”.
Es echar un poco más de leña al fuego, por cuanto se deduce
de esas manifestaciones que el edificio no tiene garantías
de seguridad, con lo que durante estos meses hasta junio
¿Van a estar corriendo riesgo quienes viven en la Residencia
de la Juventud?.
Lo dije hace dos días y lo sigo diciendo hoy, no entiendo
qué es lo que se pretende con este cierre inminente, cara al
curso que viene y sin presentar una alternativa que
reemplazara, momentáneamente, o para siempre esta residencia
que, aunque no haya sido nunca muy del agrado de los
políticos, ha hecho y sigue haciendo una gran labor en esa
población estudiantil que, sin la residencia, se hubiera ido
a estudiar a otra parte y que después de junio ya veremos
cuantos estudiantes, de los de fuera, van a dejar de
estudiar aquí.
El traje, lo sigo diciendo, hay a quien le viene ancho,
posiblemente porque esto es menos llamativo que ese “gran
edificio” de la Manzana del Revellín, al que ya veremos qué
uso se dará en su día. No sabemos para qué se empleará, pero
es bueno para todos, porque ha costado y está costando mucho
dinero.
Así pues, los estudiantes deberán buscar piso, pero que no
se hagan ilusiones porque la Ciudad no contempla ningún tipo
de prestación para facilitar el arrendamiento.
Con esto ya queda dicho casi todo, aunque queda la puerta
“entre abierta”, o más bien “casi cerrada”, al decir
:”Estamos abiertos a cualquier propuesta”.
Esto me parece muy bien, por lo que la primera propuesta
será que se facilite, hasta que haya otro centro de
características similares para estudiantes, a estos, unas
viviendas, no gratis, pero sí con un coste similar al que
tenían en la residencia, cosa que no sería demasiado gravosa
para un Ayuntamiento que, en cualquier tipo de acto o de
programación, tira la casa por la ventana, mientras que
ahora, aquí, en algo tan importante parece que no interesa,
a corto plazo, demasiado a la consejera de Juventud,
Deportes y Nuevas Tecnologías.
Y es más, los estudiantes que llevan ya tiempo en la
Residencia de la Juventud, consideran que las instalaciones
están bien. Ellos no piden lujos y lo que sí ven es que la
demanda de alquileres es mayor que la oferta, con lo que los
alquileres son caros. Además no es fácil en Ceuta realojar a
60 personas de un plumazo.
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