El volumen de llamadas desde la ciudad autónoma, atendidas
por la Fundación ANAR en los últimos tres años han alcanzado
la cifra de 1.000, por eso, “lo que ahora nos proponemos es
que haya un incremento, lo que supondría un ascenso de
derivaciones y casos a los servicios de Ceuta e incluso
intervenciones de riesgo inminente para la integridad de los
menores”, advirtió Luis Estebaranz, responsable del teléfono
de ayuda a niños y adolescentes en riesgo.
En cuanto al perfil de estos usuarios ceutíes, Estebaranz
puntualizó que “es un mero reflejo de la sociedad”, y que
tienen más facilidad, a la hora de pedir ayuda, las chicas.
El margen de edad roza los trece y catorce años ya que los
niños menores de 7 años “es difícil que puedan descolgar un
teléfono. Por eso, ofrecemos el complemento de la línea del
adulto”. ANAR atiende unas 300 llamas diarias en toda España
y, en la mayoría de los casos, “sólo requieren atención
psicológica”, aclaró.
Otra de las iniciativas que pondrá en marcha la Fundación
ANAR en la ciudad será la difusión e información de la línea
telefónica por centros escolares y entidades sociales para
que todos los menores conozcan el número.
Por su parte, el director general de Menores, Juan
Hernández, no dudó en reconocer que “nos quedamos extrañados
al saber que ya había mucho menores que llamaban a ese
número y que n las estadísticas elaboradas ya figuraba
Ceuta. Con este convenio podremos llegar a situaciones mucho
más concretas de análisis y problemas que tienen los
menores, sobre todo, en cuanto al maltrato infantil o acoso
escolar”, aseguró.
Además, y con respecto al complemento para adultos y
familias, Hernández reconoció su relevancia ya que “se están
produciendo muchos casos de agresiones de menores a sus
progenitores en la ciudad”, apostilló.
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